La felicidad es un tema bastante difícil. Todo el mundo quiere ser feliz y que las personas que las rodean también sean felices. Esto es especialmente cierto cuando se trata de los hijos. Los padres siempre quieren que sus hijos sean felices.
Sin embargo, el concepto de felicidad de un niño y un adulto es bastante diferente o, al menos, debería serlo. Párate a pensar qué es lo que hace feliz a tu hijo. Tal vez sea simplemente un helado o irse a dormir más tarde de lo normal.
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Cuando se tiene un hijo, ningún padre se va del hospital pensando que le arruinará la vida, de hecho, la mayoría pensamos que les estamos ayudamos a convertirse en adultos de provecho.
Pero la actual dinámica entre padres e hijos podría desencadenar en el fracaso de la felicidad futura. Esto se debe a que hoy en día muchos padres intentan hacer felices a sus hijos sin saber que este es el problema.
Pensarás que es una locura, que nuestro trabajo como padres es criar a niños felices. Pero la cuestión es, ¿debes hacer feliz a tu hijo o debes enseñarle a cómo ser feliz? Hay una gran diferencia en estos dos conceptos.
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Si intentas hacer feliz a tu hijo, estás criando a un niño cuya felicidad depende de otra persona. Como padre, tu trabajo es criar a un niño que cuando sea adulto no necesite de nadie más para encontrar su propia felicidad.
Cuando eres adulto tienes que perseguir y luchar por aquello que creas que te hará feliz y no confiarlo en tu pareja. Ser feliz es una búsqueda individual, el viaje es diferente para cada persona y los resultados varían.
Pero nuestros niños son muy pequeños para entender esto. Encontrar el amor verdadero es una cosa muy bonita y feliz y tal vez aumente tu felicidad pero no podemos pensar que será lo que nos traiga la felicidad.
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Entonces, ¿qué estamos haciendo con nuestros hijos? ¿Estamos enseñándole una forma de ser feliz que nunca podrán alcanzar cuando se conviertan en adultos?
La mejor forma de criar a un niño feliz es haciéndole saber que debe ser feliz por él mismo. Modelar un tipo de felicidad que no depende de una solución rápida. Un coche nuevo es un transporte, no es la felicidad eterna.
¡Necesitas ser consciente de cómo enseñar a tu hijo a ser feliz! Los niños aprenden todo gracias a ti.
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Aunque nadie es un padre perfecto, evitar algunos errores comunes puede ayudarnos a evitar sabotear el futuro de nuestros hijos.
