Los gatos son animales de naturaleza curiosa, por lo que no es de extrañar verlos investigando que hay en las bolsas que llevamos a casa, debajo de los sofás, encima de los muebles o en general en cualquier rincón de nuestro hogar, sobre todo, al incorporar cosas nuevas a casa. Por esto es bastante común que cuando vas andando por la casa te persigan, incluso cuando vas al cuarto de baño.
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¿Dentro o fuera?
Es una pregunta común que cualquier dueño de gato habrá hecho alguna vez en su vida cuando va a entrar al baño y su gato le ha seguido. Es como si los gatos tuvieran una fascinación oculta con el cuarto de baño cuando estás dentro, ¿verdad?
Roberto Palomba
Hay numerosas teorías que circulan por el mundo intentando descifrar el misterio tras este extraño comportamiento. ¿Les gustará observarnos en nuestros momentos de vulnerabilidad? ¿Será quizás que se divierten viendo nuestras caras?
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Se puede considerar que los gatos tienen un poco la mentalidad de un niño pequeño, por lo que para ellos cuando cierras la puerta del baño es la clave para interpretar que 'te estás divirtiendo sin ellos' y eso les hace querer entrar.
Otra teoría bastante asentada es que a los gatos les gustan los lugares más fríos de la casa por lo que los baños, con sus alicates y sus inodoros llenos de agua son el lugar perfecto para acurrucarse y regular su temperatura corporal y también para hacer trastadas.
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Lo que está claro es que a los gatos les gusta la rutina y establecer hábitos, por lo que si tú eres de los que va al baño nada más levantarse, es probable que tu gato adopte esas mismas costumbres.
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Aunque todas estas teorías parecen tener sentido, nadie explica por qué les gusta tanto tumbarse en nuestra ropa interior mientras hacemos nuestras necesidades.
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Ocurre más a menudo de lo que creemos.
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Y lo cierto es que no hay una respuesta clara para este fenómeno.
