Los bebés y los perros no son grandes conversadores, nadie puede negarlo, por mucho que intentemos convencernos a nosotros mismos que de que lo son. Es común ver cómo los adultos cambian su tono de voz y su conducta cuando tienen que interactuar con un niño o un cachorro para intentar que se le entienda mejor. Recientemente la Universidad de Lyon y de Saint-Etienne han querido realizar un estudio sobre este tema.
[the_ad_placement id="social-sharing"]
Un equipo de estas universidades ha estudiado por qué los humanos le hablan de esa forma tan peculiar y parecida a los cachorros y a los bebés o niños. Tendemos a usar un tono mucho más agudo, hablamos más lento y se utilizan palabras más simples y cortas.
El equipo ha comparado las reacciones tanto de los perros y cachorros como de los bebés y adultos ante este tipo de forma de hablar. En el estudio se dieron cuenta que los cachorros y los bebés respondían positivamente ante estos discursos mientras que los perros ya crecidos y los adultos no le prestaban tanta atención.
Sin embargo, es difícil de demostrar si una forma de hablar en concreto ayuda a interactuar con sujetos que aún no han desarrollado la capacidad del habla como es el caso presentado.
Estamos acostumbrados a hablarle así a los bebés porque ayuda a su desarrollo y aprenden más fácilmente y por ello, al considerar a los cachorros como bebés, tendemos a hacer lo mismo con ellos.
Lo que sí pudieron demostrar fue que al cambiar nuestro tono de voz, y en ausencia de otros estímulos como los visuales, los cachorros prestaban mucha más atención que si les hablábamos de con un tono normal de voz.
Aún quedan muchos estudios que hacer para aprender a entender más a los animales y a nuestros pequeños. Y si alguna vez te has preguntado: ¿Qué pasa con los gatos? A ellos les importa poco cómo les hables, te van a ignorar igualmente.
¡Comparte estos consejos con todos tus amigos y familiares! Fuente IFL Science