Pasar el día en la playa es algo muy apetecible con estos días de calor. Puede ser realmente divertido sobre todo para los más pequeños de la casa que pueden pasar horas jugando y riendo con la arena y el agua. Sin embargo, el agua puede ser un poco peligrosa ya que hay que estar atentos a los niños por las mareas, las olas, la profundidad del agua... para evitar que no les ocurra nada.
Es normal que los niños quieran pasar horas en remojo por lo que hoy te queremos enseñar un pequeño truco para que tus niños se mantengan a salvo pero puedan divertirse con el agua y jugar con ella. Crear tú mismo una pequeña piscina en la playa, pero una de las de verdad, no de las que muchas veces hemos cavado y que al final acaba desapareciendo por el efecto de las olas. Sigue leyendo para ver qué es lo que necesitas para esta nueva creación.
Lo que necesitas:
- Una cortina de ducha
- Cubos
- Palas
Cómo hacerlo:
1- Lo primero que tienes que hacer es cavar un agujero en la arena. Asegúrate de que sea lo suficientemente profundo para que los niños tengan espacio para jugar.
In Lieu of Preschool
2- Coloca la cortina de ducha en este agujero. Tienes que asegurarte de que esta plana en la parte inferior en el fondo del agujero. Entierra los bordes en la arena para que no se mueva.
In Lieu of Preschool
3- Utiliza los cubos de agua para rellenar esta piscina de agua. Puedes pedirle a los niños que lo hagan para que se entretengan.
In Lieu of Preschool
4- ¡Hora de divertirse!
In Lieu of Preschool
Es realmente simple de hacer y rápido. Tus niños disfrutaran durante horas y tú podrás relajarte tranquilamente sabiendo que ellos están a salvo en su pequeña piscina.
Cuando llega la hora de irse todo lo que hay que hacer es tirar de la cortina para que el agua sea absorbida por la arena y tú puedas llevarte la cortina a casa para el próximo día de playa utilizarla otra vez.
