Resulta muy tentador utilizar al aire acondicionado cuando el termómetro supera los 30ºC durante los meses de verano, sin embargo, si abusamos de los equipos de refrigeración, es muy probable que nos encendamos aún más al revisar la factura de la luz que llega a final del mes.
Ya sea por motivos económicos o de salud, vivir sin uno de estos equipos funcionando a pleno rendimiento puede convertirse en toda una pesadilla. Por fortuna, existen muchos remedios y trucos tradicionales que puedes poner en práctica para enfriar tu casa fácilmente y sin utilizar aparatos eléctricos.
10 Consejos para mantenerte fresco sin ayuda del aire acondicionado:
1- Toldos y persianas durante las horas más calurosas
Por muy obvio que parezca, los sistemas tradicionales y sencillos resultan también los más eficaces. Hasta un 30% del calor que se acumula en nuestro hogar procede de las ventanas, por lo que utilizar persianas o cortinas puede suponer un ahorro de hasta un 7% en las facturas y bajar la temperatura interior en unos 6º C.
2- Programa adecuadamente el ventilador del techo
Si en tu casa cuentas con ventilador de techo es posible que ya sepas que estos aparatos necesitan regularse dos veces al año, pero no está de más recordarlo.
En verano las aspas deben girar en el sentido contrario a las agujas del reloj para impulsar hacia abajo una corriente de aire capaz de refrescar el ambiente. Por el contrario, en invierno estos ventiladores deben girar en sentido horario para desplazar el aire caliente que se acumular en el techo por toda la habitación.
3- Elige bien los tejidos
Opta por tejidos ligeros, como el lino o la gasa durante los meses de verano, y utiliza un calzado que transpire correctamente.
Respecto a la casa, puedes cubrir la cama y los sofás con telas claras de tejidos suaves, recuerda que los colores claros absorben menos calor. Como truco adicional, puedes probar una almohada de trigo sarraceno, los granos que la componen dejan que el aire pase y no retiene el calor de tu cuerpo como sucede con las almohadas tradicionales.
4- Abre las ventanas estratégicamente
En un intento desesperado por ventilar la casa, muchas personas abren erróneamente todas las ventanas para que entre aire. De esta manera solo consiguen que más calor asfixie su hogar.
Para conseguir una correcta ventilación en nuestro hogar debemos abrir las ventanas inteligentemente según queramos que funcionen como aberturas de entrada o salida de aire.
Aquellas ventanas destinadas a expulsar aire deberán abrirse por completo. En la medida de lo posible, serán las aquellas que den directamente a la calle, donde el movimiento de aire es mayor.
Por el contrario, aquellas ventanas por las que queremos que entre aire deberán abrirse solo un poco, siento preferiblemente aquellas ventanas que den a patios interiores, donde el movimiento del aire es menor.
De esta manera, el aire que entre por la ventana entornada lo hará a mayor velocidad para igualar el aire que se escapa por la ventana abierta. Al fluir a mayor velocidad, su temperatura bajará. Así, se crea una corriente de aire fresco.
5- Hora de hacer barbacoas
Aunque es algo bastante intuitivo, mucha gente olvida que usar el horno en verano es como "juntar el hambre con las ganas de comer". Si ya parece que hiciese 40ºC dentro de casa, lo último que necesitas es poner un horno a 200ºC para preparar el almuerzo.
Además, en verano apetece sacarle todo el jugo a los accesorios del jardín y disfrutar de la compañía de tus colegas.
6- Uso de plantas estratégico
Además de hacer que una pared se vea bonita y vistosa, las plantas también pueden funcionar como una capa aislante natural. En especial, plantas trepadoras como las hiedras o las enredaderas colocadas sobre la pared que recibe la luz del sol de forma directa evitarán que penetre el calor a los muros y reducirán la temperatura del interior.
7- Regar y fregar para refrescar
Si tienes un patio, balcón, terraza, jardín o porche, riega el suelo al anochecer para refrescarlo. En el suelo se acumula el calor y así lo reducirás un poco.
Con el suelo de dentro de casa el truco es fregarlo con agua fría, dejándolo algo más empapado de lo normal.
8- A remojo
Permanecer solo 10 segundos con las muñecas sumergidas en agua bien fría hará que la temperatura de nuestro cuerpo baje sensiblemente y que la sensación de frescor permanezca unos cuantos minutos.
Además, de las típicas duchas veraniegas con agua fría, prueba a colocarte una toalla empapada en agua fresca sobre el cuello, de esta forma conseguirás una sensación de frescor instantánea.
9- Usa sólo los electrodomésticos imprescindibles
Cualquier electrodoméstico desprende calor, así que sobre ti recae la decisión de si vale al pena utilizar ese aparato a cambio del calor que añade a tu hogar. Intenta evitar el uso del secador, el horno, el lavavajillas o la televisión durante los días más calurosos. Tu cuerpo te lo agradecerá.
10- Deshazte de las luces incandescentes
Si no había suficientes motivos para deshacerte de las lámparas fluorescentes y comenzar a utilizar bombillas LEDs, aquí viene otra razón más. Resulta que las bombillas incandescentes transforman casi el 90% de su energía en calor. Podríamos decir sin miedo a equivocarnos que son algo así como estufas en miniaturas repartidas por toda la casa.
Si optas por bombillas LEDs, además conseguir bajar la temperatura de tu casa, también conseguirás bajar la factura de la electricidad.
