El año pasado, una residente de Nassau, Bahamas, llamada Rosie Kemp encontró un bebé Mapache que se había caído de un árbol. La madre había desaparecido completamente, así que Kemp y su hija pequeña Laura decidieron adoptar a la pequeña bandida y llamarla «Pumpkin», calabaza en español. Al poco tiempo Pumpkin se recuperó de sus heridas y se trasladó con Laura y su marido.
«Se adaptó inmediatamente a la vida con nosotros y a nuestros otros dos perros que también son rescatados, y nos sigue a mi y a nuestros perros a cualquier parte que vayamos». Laura comentaba que ahora Pumpkin se piensa que es un perro… es capaz de jugar y ser dura con los perros, y los respeta cuando ya han tenido suficiente.