Sugiérele a alguien que esté a dieta que cene algo de pasta y muy probablemente no vuelva a hablarte en tu vida. (Gracias por maldecir la comida más exquisita de todos los tiempos).
Por suerte, un nuevo estudio publicado en la revista BMJ Open podría cambiar todo este pensamiento, pues los investigadores han demostrado que es posible perder peso mientras se come pasta.
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El objetivo del estudio era determinar si la pasta aumentaba el peso de las personas, de modo que los investigadores analizaron 32 ensayos en los que participaron unas 2.500 personas que siguieron una dieta de índice glucémico bajo (IG), en la que consumieron pasta en lugar de otras formas de carbohidratos.
En caso de que no estés familiarizado con el tema, el índice glucémico se usa para evaluar la rapidez con que los alimentos afectan a los niveles de azúcar en la sangre. Los alimentos con un IG alto generalmente incluyen productos procesados o carbohidratos simples como el arroz blanco, el pan blanco o las patatas.
Otros alimentos más saludables como la leche, las frutas, las lentejas y las pasta se consideran alimentos con un IG bajo. Los alimentos con un IG bajo nos mantendrán saciados por más tiempo, mientras que los alimentos con un IG alto nos harán desear un bocadillo más rápidamente.
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Las personas que participaron en el estudio comieron aproximadamente 3,3 porciones de unos 110 gramos de pasta a la semana, durante 12 semanas.
Una vez pasado el tiempo del ensayo, los participantes perdieron algo más de medio kilo de media. No se trata de ningún numero impresionante, pero bueno, algo es algo.
Pero cuidado, hay una trampa en este hallazgo. Los investigadores señalan que añadir la pasta en una dieta con un IG bajo fue probablemente lo que ayudó a que estas personas perdieran peso, no fue el simple hecho de comer pasta.
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Por lo tanto, desafortunadamente tendrás que decir adiós al sueño de disfrutar de un rico plato de pasta para el desayuno, el almuerzo y la cena si deseas perder peso. Solo podrás contentarte con la idea de que no es un alimento prohibido, siempre que se tome con moderación.
Además, es muy importante tener en cuenta que los participantes del estudio no comieron demasiada pasta. Por lo general consumieron porciones pequeñas que probablemente combinaron con otros alimentos.
