Daniel Gillaspia es un abogado con trabaja en Houston y que dedica su tiempo libre a ser un 'travel hacker'. Gracias a esta afición ha podido disfrutar de los mejores viajes en primera clase y de los mejores hoteles de cinco estrellas del mundo.
Durante sus últimas vacaciones, Daniel viajó alrededor de mundo visitando lugares como Tokio, Ciudad del Cabo, Sudáfrica o Dubai con uno plan de viajes que le supondría entorno a 48.000 euros. Fue el típico viaje con el que todo el mundo sueña pero que muy pocos tienen a su alcance. Gillaspia, aunque te haya podido parecer un derrochador, estás muy equivocado, tan sólo pagó 386€.
Flickr/Dan Gillaspia. Una vez las luces se apagan, puedes ponerte tu pijama, cortesía de Givenchy, cerrar las ventanas y disfrutar de tu suite.
Después de pasar meses planificando meticulosamente el viaje, él y su compañero Bradley Darnell, consiguieron acumular 1 millón de millas aéreas mediante varios programas y ofertas que proporcionaban algunas tarjetas de crédito. Su genialidad hace que le odie y le admire a la vez.
Descubre cómo se las ingenió Daniel para vivir una de las experiencia más bonitas de la vida por una cantidad de dinero irrisoria.
El primer vuelo de Daniel y Bradley tuvo lugar entre Los Ángeles y Tokio. Volaron en clase business con la compañía aérea Singapore Airlines. Para un vuelo que debería de haberles costado 4.116 euros a penas tuvieron que pagar 54.
Flickr/Dan Gillaspia Singapore Airlines cuenta con una de las mejores cabinas de clase business del mundo. En ellas puedes disfrutar de unos asientos extra-amplios y un excelentísimo comedor y servicio.
Daniel se interesó por primera vez en el mundo del travel hacking unos dos años atrás, después de buscar en otros blogs de viajes como The Points Guy o The Frequent Miler. "Me pasé meses aprendiendo todo lo que pude sobre travel hacking y finalmente comencé a poner mis planes en marchas para poder viajar alrededor del mundo".
Flickr/Dan Gillaspia El servicio de Singapore Airlines es brutal al igual que la cena.
Daniel y su socio acumularon aproximadamente 1 millón de millas aéreas mediante varias ofertas de tarjetas de crédito que recompensan a los clientes con millas aéreas por gastar dinero o inscribirse. Los dos usaron 15 tarjetas de crédito de bancos como Chase, Amex, Citi y Barclays.
Flickr/Dan Gillaspia Los asientos de Singapore Airlines pueden convertirse en camas para dormir como un bebé.
Un ejemplo de esto es la tarjeta Chase Sapphire Preferred, la cual ofrece 50.000 puntos si gastas 4.000 dólares. Durante el primer vuelo, Daniel fue tratado como un rey. Todos los platos fueron servidos en platos de porcelana.
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Su primera parada fue en una habitación de lujo en el InterContinental Tokyo Hotel. Cualquier personas que desee alojarse en el hotel tendría que pagar unos 930 euros, ellos en cambio no pagaron nada.
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Por supuesto, no solo planearon un viaje repleto de restaurantes y hoteles de cinco estrellas. También tuvieron la oportunidad de experimentar la cultura de los países que visitaban.
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Daniel y su compañero llegaron a tener alrededor de 45 tarjetas de créditos entre los dos, pero insiste en que su economía no se ha visto afectada. Para ello, utiliza solo cuatro de ellas con regularidad y organiza las otras mediante hojas de cálculo.
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Después de su visita a Japón, el siguiente destino fue Singapur. Esto supuso la oportunidad perfecta para probar "una de los mejores inventos de la 'primera clase' del mundo", las Singapore Suites.
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Por solo 100 euros, él y su compañero recibieron una suite de primera clase diseñada por el diseñador francés Jean-Jacques Coste.
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Un buen Dom Perignon servido muy frío estaba a su entera disposición durante todo el viaje. Esta botella en particular de 2006 se suele vender por unas 100 euros.
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Tal y como el dice, el servicio de Singapore Airlines es el mejor que ha recibido en su vida.
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Daniel afirma que la clave para acumular tantas millas es siempre tener un ojo para las mejores ofertas. Algunas tarjetas ofrecen miles de millas aéreas como incentivo para inscribirse, otras te regalan un juego de sartenes para que te vayas contento a casa.
Cuando Dan y Bradley llegaron a Singapur se las arreglaron para conseguir una estancia gratis en el hotel Marina Bay Sands, ahorrando hasta 417 euros.
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La vista desde la piscina infinita más larga del mundo situada en la terraza es increíble.
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Daniel afirma que no es una forma de viajar para todo el mundo ya que es necesario ser muy organizado y prestar muchísima atención para administrar tantas tarjetas diferentes sin perder de vista ningún detalle que te origine una deuda importante.
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Después de Singapur, Daniel y su compañero se dirigieron a Ciudad Del Cabo, Sudáfrica. Volaron en clase de negocios en el A350 más pequeño que existe.
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Daniel consiguió que este vuelo, el cual ascendía hasta los 7.110 euros le saliese gratis.
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Ya en Ciudad del Cabo, la pareja disfrutó de las hermosas vistas que le ofrecía su suite de Table Mountain, la cual, una vez más les saldría gratis.
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Daniel y Bradley tomaron un teleférico que atravesaba las nubes hasta alcanzar la cima de Table Mountain.
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También fueron a bucear cerca de Gansbaai, donde pudieron avistar a varios tiburones blancos, eso sí, protegido por enormes jaulas de acero.
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Daniel afirma que lo mejor de usar puntos para pagar todos los vuelos y hoteles es que te queda suficiente efectivo para gastar en cosas divertidas como paseos en helicóptero sobre Ciudad del Cabo.
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O para visitar Boulders Beach, lugar donde viven miles de pingüinos salvajes.
Su siguiente parada fue Dubai. Durante esta etapa de su viaje volaron en clase ejecutiva con Etihad Airways. Los asientos no eran tan cómodos como las suites de primera clase de Singapore Airlines, pero al menos los asientos estaban equipados para dar masajes. Daniel y su compañero solo pagaron 97 euros por este vuelo que los llevaría desde Johannesburgo a Abu Dhabi.
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El hotel donde se alojaron era de película, como siempre, no pagaron nada por su estancia.
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En su viaje visitaron las dunas del desierto e inmortalizaron su viaje con esta magnífica puesta de sol de fondo.
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Por su puesto, ninguna excursión a Dubai merecería la pena sin un selfie delante del edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa.
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La vuelta a Nueva York la volvieron a hacer en un vuelo de primera clase. Daniel dice que tenía tanto espacio en su unidad que no sabía que hacer allí, casi se sentía extraño.
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Ya en Nueva York, Daniel y Bradley se hospedaron gratuitamente en el hotel Ritz-Carlton. Poniendo fin a su inolvidable viaje. ¡Quién pudiera repetirlo!
