El efecto dominó es bastante conocido. Una pieza se cae, golpea a la otra y así sucesivamente hasta que golpean a la pieza final y se termina la cadena. Se trata de un proceso acumulativo que sucede cuando un acontecimiento provoca una serie de acontecimientos. Aunque se describe siempre con miles de piezas, también ocurre en nuestra vida cotidiana.
Este efecto dominó se parece a una cadena de bienestar o cadena de favores. ¿Habías oído este término antes? Se trata de todo eso que se genera cuando realizas una simple acción. Cuando decides ayudar a alguien, esa persona se siente más feliz y ayuda a otra, y así sucesivamente.
La cadena de bienestar se basa en la generosidad. ¿Imaginas como sería el mundo si todas las personas fuesen generosas? La generosidad consiste en dar algo a los demás sin esperar nada a cambio y si optamos por ser así, todo cambiará.
No debes asociar la generosidad con el dinero. Puedes ser generoso regalando una sonrisa, ofreciendo un cumplido, ayudando a alguien o haciéndole sonreír. Todo suma. Ningún gesto de generosidad es insignificante.
Aunque sientas que solo ayudas pero se aprovechan de ti y nadie te da nada a cambio, debes saber que al final la vida te devuelve aquello que has dado. Probablemente no te lo devuelva la misma persona, simplemente te pasarán cosas buenas que vendrán por otro lado.
Una situación que simplifica bastante el concepto de cadena de bienestar es publicar un post en facebook pidiendo a tus amigos que publiquen el mensaje en su propio perfil y le pida a algunos amigos lo mismo, teniendo un único incentivo: tener un gesto amable y generar una sonrisa.
Aunque pueda parecer una tontería, entre el 29 de diciembre del 2013 y el 31 de enero del 2014, tan solo en Facebook, se registraron más de 800.000 publicaciones sobre cadenas de favores.
Recuerda que una simple acción puede desencadenar muchísimas otras que pueden conseguir la felicidad de miles de personas. No debes desesperarte. Tarde o temprano, todos esos buenos actos tendrán su recompensa.
