El cerebro es el órgano más misterioso de nuestro cuerpo. Poco sabemos de él, pero lo que sabemos, nos deja con la boca abierta. El cerebro lo controla todo, pero nosotros también tenemos mucha influencia en él y lo que le pase es nuestra responsabilidad.
¿Cómo podemos cambiar nuestro cerebro?
1- Tu cerebro necesita agua
Como tú, el cerebro está compuesto en un 80% de agua y la deshidratación, por muy pequeña que sea, puede producir una pérdida de agua en el cerebro. Solo un 2% de menos fluido reduce los reflejos y habilidades cognitivas.
2- La falta de sueño empeora la memoria
La falta de sueño no solo afecta al aspecto con el que te levantes, una vida dónde tu rutina de sueño no alcanza las 5 horas perjudica a la memoria y aumenta las posibilidades de desarrollar Alzheimer. El cerebro nunca descansa, pero durante el sueño, elimina componentes tóxicos peligrosos para sí mismo.
3- Amor romántico vs. Amor de madre
El amor es universal y el amor por tu pareja y por tus hijos, nace del mismo lugar, sin embargo, activan zonas diferentes de tu cerebro. La pasión estimula el área relacionada con el deseo sexual, la euforia se dispara, y la ansiedad y miedo desaparecen. El amor de madre activa las áreas responsables de la formación y el afecto.
4- El embarazo cambia tu cerebro
El famoso vínculo madre-hijo es tan fuerte ya que durante el embarazo el cerebro pone a trabajar las zonas que se encargan de la cognición social y el entendimiento de otras personas (empatía).
5- Pintar es bueno para tu cerebro
Contemplar arte y producirlo mejora la interacción entre las áreas del cerebro que se van deteriorando con los años. Las clases de pintura para jubilados son las responsables de la longevidad de nuestros abuelos.
6- El azúcar es el enemigo
Además de ir directo a tus caderas, el azúcar provoca que tu cerebro sea incapaz de aprender ya que destruye las conexiones neuronales. Si quieres mejorar tu memoria en época de exámenes, lo mejor que puedes hacer es comer alimentos ricos en omega 3.
7- Continuo estrés
La sensación de irritación, ansiedad, tensión y distracción no son los únicos efectos secundarios del estrés prolongado. Nuestro cerebro pierde la capacidad de memorizar, aprender y auto-controlarse.
8- Leer ejercita tu cerebro
La lectura ejercita las habilidades cognitivas de tu cerebro. Activa las áreas cognitivas y de concentración que permanecen normalmente desactivadas. Por mucho que nos gustará, estos efectos no se producen al ver la tele.
9- Del amor al odio, solo hay un paso
El amor y el odio, son dos sentimientos opuestos pero que se originan en una zona muy cercana en el cerebro. A diferencia del odio, el amor desactiva las áreas responsables de juzgar y del pensamiento lógico. El amor es ciego y la culpa es de tu cerebro.