¡Pues va a ser que nuestras madres tenía razón! Resulta que la sopa de pollo es buena para curar un resfriado y la miel alivia los ataques de tos. Y no, no se tratan de los únicos remedios caseros que los científicos han encontrado tremendamente útiles.
A continuación te mostramos algunos trucos caseros que podrás practicar la próxima vez que estés enfermo:
1- Gárgaras con agua para las infecciones del tracto respiratorio superior
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¿Sientes que vas a resfriarte? Prueba a hacer gárgaras con agua corriente. Un estudio que involucró a más de 400 voluntarios sanos encontró que aquellos que hacían gárgaras con agua eran significativamente menos propensos a sufrir infecciones del tracto respiratorio vinculadas a resfriados y gripes.
2- Gengibre para las nauseas
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Si sueles sentirte enfermo durante los viajes, prueba a tomar un par de caramelos de jengibre. Un estudio reveló que sólo un gramo de la raíz es suficiente para aliviar los síntomas de mareos, náuseas matinales y náuseas inducidas por la quimioterapia.
Por otra parte, el jengibre también puede ser útil para aliviar los gases.
3- Sopa de pollo para el resfriado
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Aunque todavía no está muy claro por qué, la sopa de pollo nos hace sentir mejor cuando estamos enfermos.
Gracias a un estudio se pudo comprobar que cuando se toman este tipo de sopas, se ralentiza el movimiento de los neutrófilos, es decir, los glóbulos blancos que evidencian que se está produciendo una infección aguda. En otras palabras, la sopa parece ayudar a calmar la inflamación que desencadena muchos de los síntomas del resfriado.
4- Manzanas y zanahorias para unos dientes más blancos
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No sólo son buenas para el cuerpo, las frutas y verduras frescas y crujientes también ayudan a mantener blancos nuestros dientes.
Este curioso efecto blanqueante se debe a que cuando masticamos estos alimentos, los pedazos que quedan limpian la superficie de nuestra dentadura. Por otra parte, las manzanas y las fresas también contienen ácido málico, el cual ayuda a blanquear el esmalte.
5- Miel para la tos
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¿Odias el sabor del jarabe para la tos? La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda la miel para tratar la tos en los niños.
Por otra parte, un estudio de 2012 en el que participaron 300 niños que habían estado enfermos durante una semana encontró que aquellos a los que se les dio 10 g de miel antes de dormir mostraron menos síntomas relacionados con la tos y dormían más profundamente.
6- Hielo para el dolor de cabeza
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Aplicar hielo en la cabeza o sobre la parte posterior del cuello puede ayudar a adormecer el dolor asociado con las migrañas. En un estudio de 2013 en el que participaron 50 personas con migraña se evidenció que colocar una bolsa helada sobre el cuello durante 30 minutos reduce el dolor de cabeza significativamente.
7- Vodka para los pies malolientes
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Pon un paño a remojo en el alcohol y luego frótalo sobre tus pies. El alcohol que se encuentran en el vodka funciona como un antiséptico y te ayudará a acabar con la humedad.
Además, durante el proceso también eliminarás las bacterias y los hongos que causan los malos olores.
8- Vinagre y alcohol para prevenir la otitis externa
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Siempre que no tengas un tímpano perforado podrás utilizar una solución que combine una parte de vinagre blanco y una parte de alcohol de frotar para combatir las infecciones de oído antes de que aparezcan.
Vierte una cucharadita de la mezcla en cada oreja y deja que escurra lo que sobre. Con esta solución ayudarás a detener el crecimiento de bacterias y hongos que causan el archiconocido "oído de nadador".
9- Cinta adhesiva para las verrugas
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Las verrugas causadas por el virus del papiloma humano (VPH) son inofensivas, aunque como su origen es una enfermedad infecciosa, pueden pasar de una persona a otra a través del contacto físico.
Curiosamente, un estudio de 2002 encontró que cubrir verrugas con cinta adhesiva con el objetivo de sofocarlas resultaba un método más efectivo que la congelación.
Si quieres probar este método, limpia el área afectada, corta un pedazo de cinta adhesiva más grande que la verruga de la que deseas deshacerte, y colócala sobre la piel. Reemplaza la cinta cada pocos días hasta que la verruga desaparezca.
