La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado. Sus síntomas son similares a los de la osteoartritis, y entre ellos destacan la fatiga persistente y el cansancio. También provoca problemas de memoria y de estado de ánimo y fatiga. Cabe destacar que es el segundo trastorno musculoesquelético más común después de la osteoartritis.
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Por el momento no existe cura para este trastorno y es muy importante conocer los factores de riesgo para tratarlo a tiempo.
¿Cuáles son los factores de riesgo en la fibromialgia?
Según la Clínica Mayo, existen tres factores de riesgo principales que pueden aumentar la probabilidad de sufrir fibromialgia.
- El sexo de la persona. Las mujeres son más vulnerables a padecer este trastorno que los hombres.
- Sufrir alguna enfermedad reumática. Tener artritis reumatoide o lupus puede aumentar las probabilidades de padecer fibromialgia.
- Historial clínico familiar. Si alguien de tu familia tiene fibromialgia, es probable que tú, en un futuro, también la desarrolles.
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¿Cuáles son los síntomas de la fibromialgia?
Esta enfermedad a menudo causa fatiga y dolor generalizado. Puede parecer que algunas partes del cuerpo están sobrecargadas y también puede influir en los hábitos de sueño y causar depresión. Aún así, también tiene otros síntomas como:
- Sequedad en la boca, nariz y ojos
- Dolores de cabeza crónicos
- Hipersensibilidad al frío y/o al calor
- Incapacidad para concentrarse
- Dolor abdominal
- Síndrome del intestino irritable
- Entumecimiento u hormigueo en los dedos de las manos y los pies
- Rigidez
- Incontinencia
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¿Cómo tratar la fibromialgia?
Antes de determinar si tienes fibromialgia, debes acudir al médico para que te realice un análisis de sangre y descartar otras afecciones que pueden causar dolor y fatiga.
Si ya te han diagnosticado fibromialgia, seguramente te hayan recetado algún tratamiento médico basado en antidepresivos, analgésicos o medicamentos anticonvulsivos. Suelen ser los fármacos más recomendados en estos casos.
