Con la llegada de las vacaciones es normal descuidar un poco el ejercicio. Y es que, a no ser que tengas las suerte de ir a un hotel con gimnasio, es bastante complicado mantener la rutina de entrenamiento.
Por suerte, si te encuentras cerca del mar o una piscina, puedes aprovechar el momento de darte un chapuzón para hacer algo de ejercicio y que las vacaciones no te hagan perder lo que tanto esfuerzo te costó ganar durante el año.
Beneficios de hacer ejercicio en el agua
Todo aquel que piense que hacer ejercicio en la piscina es cosa de ancianos, que lo intente. El agua aporta resistencia, lo que nos ayudará a mantener los músculos tonificados, y si realizamos ejercicios de forma intensa, lograremos quemar más calorías que si lo hiciésemos fuera del agua.
Y no solo eso, al disminuir los efectos de gravedad en el agua, somos capaces de aumentar los rangos de movimiento y mejorar la flexibilidad. Además de reducir la presión en la espalda y las rodillas.
Haz la rutina que te mostramos a continuación 3 días a la semana para mantener la forma cuando estés de vacaciones:
1- Andar
Con el agua a la altura de las caderas, camina de un extremo a otro de la piscina dando pasos hacia delante y luego hacia atrás durante 2 minutos. De esta manera conseguirás calentar y activar el cuerpo para los ejercicios que vienen después.
2- Correr
Mueve los brazos y levanta las rodillas como si estuvieras corriendo sin moverte de posición. Realiza este ejercicio de 3 a 5 minutos. Si deseas aumentar la intensidad, incrementa la velocidad de tus movimientos.
3- Sentadilla
Con el agua por la cintura, realiza 20 sentadillas tal y como harías estando fuera del agua. Lo ideal sería incrementar las repeticiones para aumentar la intensidad.
4- Saltos
Con el agua a la altura del pecho, realiza saltos con ambas piernas impulsándote con los pies en punta y apoyando toda la planta al caer. Repítelo durante 2 minutos alternándolo con cada pierna.
5- Abdominales Superiores
Sí, se pueden hacer abdominales en la piscina. Para ello, coloca las piernas en el bordillo de la piscina de manera que tus glúteos toquen la pared del vaso, y lleva tus brazos hacia el pecho. Una vez que estés en esta posición, realiza 20 o 30 abdominales alternando entre cortos y largos.
6- Abdominales Inferiores
Esta vez apoya la espalda contra la pared de la piscina. Ayúdate de tus brazos para sujetarte al borde de la piscina. A continuación, con el agua a la altura del pecho, estira las piernas cogiendo aire y llévate las rodillas al pecho expirando, repítelo de 20 a 30 veces.
7- Bicicletas
Sin llegar a apoyar los pies en el suelo, haz como si pedalearas en una bicicleta. Realiza el ejercicio durante 1 minuto. Cambia el sentido de pedaleo y realiza el ejercicio durante otro minuto. Aunque los típicos «churros» de piscina serían ideales para ayudarnos a mantenernos a flote durante el ejercicio, no son imprescindibles si logramos mantenernos a flote con los brazos.
8- Relax
Y por fin llega la hora de relajarnos. Relaja la musculatura y elimina la presión de la espalda manteniendo todo tu cuerpo a flote. ¿Recuerdas cuando hacías «el muerto» en la piscina de pequeño? Pues ahora debes hacer exactamente lo mismo. Mantente a flote durante 5 minutos.
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