Si nunca has tenido un problema con ellos, los pies son esa parte olvidada de nuestro cuerpo a los que no les dedicamos ni un solo segundo de cuidado. No somos conscientes pero son muy importantes en nuestra vida. Entre otras cosas, nos permiten levantarnos y caminar cada día.
Por ello, debemos aprender a apreciarlos y a cuidarlos. Para ello, hay muchas formas de hacerlo pero existen acciones que no debes hacer nunca si quieres mantenerlos saludables.
8 Cosas que nunca debes hacer con tus pies
1- Usar calcetines muy apretados
Este tipo de calcetines puede cortar la circulación de la sangre y esto es un grave error. No los uses y asegúrate también de mover los pies y los tobillos mientras estás sentado. Además, evita mantener las piernas cruzadas durante mucho tiempo.
2- Materiales sintéticos
Cuando usamos zapatos fabricados con materiales sintéticos, nuestros pies sudan excesivamente corriendo el riesgo de que los hongos proliferen a gran velocidad.
3- Pies hinchados
Richard Riley
No los ignores cuando estén hinchados, no van a mejorar por sí solos. Mantenlos en alto para reducir la hinchazón.
4- Ignorar los avisos
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El cuerpo nos manda señales cuando algo va mal y con los pies no iba a ser menos. Los calambres pueden ser señal de que te faltan nutrientes, las uñas amarillentas pueden indicar linfedema y los pies fríos pueden ser un signo de hipotiroidismo.
5- Andar descalzo todo el rato
Andar descalzo por casa, por el césped o la arena puede ser una sensación agradable pero conlleva muchos riesgos. Puedes contagiarte de hongos o pisar algo puntiagudo y hacerte daño en el pie. Debes tener cuidado.
6- Usar cualquier herramienta
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Existen miles de herramientas que se fabrican para eliminar callos. Usarlas sin conocimiento puede llevar a infecciones y úlceras.
7- Cortar los callos
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Nunca intentes cortar y quitar los callos. Podrías coger una gran infección que derivase en un caso grave con necesidad de cirugía.
8- Usar chanclas siempre
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Pueden ser muy útiles, pero su uso continuado puede ser perjudicial ya que te vuelves torpe y tus pies se exponen a bacterias y se ensucian. Los dedos tienen que trabajar más para sujetarlas y que no se salgan y esto puede acabar con dedos en forma de martillo.
