Estar en una relación y tomar la decisión de comprometerse no es algo fácil. Es algo que debemos pensar con cabeza y no a la ligera. Hay personas que deciden casarse demasiado jóvenes y con la persona incorrecta. Todos le dicen que no lo haga, que aún no es el momento y que no se trata de la persona correcta. Sin embargo, suelen no hacer caso de sus palabras pero finalmente llega el divorcio y se dan cuenta de que llevaban razón.
Algo parecido pasa cuando deciden casarse porque están embarazadas. Son conscientes de que se trata de una relación en la que solo existe atracción física pero confían en que esa llama nunca se apague. Sin embargo, siempre lo hace. Tener a tu bebé lo supera todo y hace que no te arrepientas, pero debes reconocer que la decisión de casarte fue errónea.
Es cierto que todos somos conscientes de que esa etapa loca y enamorada de una relación no dura para siempre. Cuando la relación avanza, la locura desaparece, el amor madura y, a pesar de que se vuelve menos intensa, la relación se fortalece. O al menos es lo que debería ocurrir si no existe ningún tipo de incompatibilidad.
Por lo general, optamos por tomar decisiones a la ligera en esa etapa loca en la que estamos cegados de amor y por lo tanto no estamos en condiciones de tomar decisiones ya que, si has estado en esta situación antes, donde estabais súper enamorados y de repente la relación se rompió en pedazos, ¿cómo sabes que esta vez no será así?
Los trucos para saberlo
Normalmente, todos sabemos cuando algo no funciona pero intentamos justificar lo que ocurre. Sin embargo, en estas ocasiones tus amigos más cercanos podrían ser de gran utilidad. Si les preguntas qué opinan sobre tu relación, podrías darte cuenta de ciertas cosas que no ves al estar ciego de amor. Debes considerar esta opción de forma seria ya que no hay cosa peor que estar perdiendo el tiempo en una relación que no va a ninguna parte.
Sin embargo, hay cosas que hacen que las personas sean incapaces de romper con su pareja y una de las razones principales es el miedo a estar solo. Mucha gente prefiere estar en una mala relación sabiendo que no durará para siempre que estar solteros. Pero debes saber que hoy en día es mucho más fácil salir un sábado noche y conocer a gente.
Queda con tus amigos y pasa un buen rato, quizás conozcas a alguien que merezca la pena. Estar en una relación poco satisfactoria reduce las probabilidades de encontrar una buena relación.
Existen varios factores básicos que también debes cumplir: como querer estar con él gran parte de tu tiempo, saber compenetrarse en la cama o ayudaros a alcanzar vuestras metas. Si estás en la relación y cada uno queréis un rumbo distinto para la pareja, poned un límite de tiempo. Si finalmente no conseguís poneros de acuerdo, plantearos el fin de la relación o acabareis haciéndoos daño.
Pero recuerda que al examinar tus propias dudas y conocer las opiniones de tus mejores amigos, te verás obligada a quitarte la venda de los ojos y reconocer que no es la persona indicada. Si tienes suerte, quitarte la venda conseguirá que lo quieras más todavía.
