El término "Vipassana" es una palabra originaria del idioma Pali que significa "ver las cosas tal y como son" utilizado para hacer referencia a una de las técnicas más ancianas de meditación india.
Redescubierta por el Buda Gotama hace más de 2.500 años, se trata de una técnica enseñada por él como un remedio para los males universales, es decir, como un arte: El arte de vivir.
La técnica tiene como objetivos acabar con las impurezas mentales y el alcance de la felicidad suprema mediante la liberación total y completa. Al practicarse se produce la curación del ser, no solo la curación de dolencias o enfermedades, sino la sanación esencial de todo sufrimiento humano.
En qué consiste la Vipassana
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Hasta hace muy pocas décadas, el vipassana ha sido transmitido de maestro a discípulo desde la época de Buda.
Este tipo de meditación se basa en el Dhamma, o purificación de la mente a través de la autoobservación (o autoindagación). Es una técnica sencilla, porque lo único que debes de hacer es sentarte y meditar, de forma que puedas observar tus pensamientos y las sensaciones, que tanto unos como otras son impermanentes, igual que nuestro cuerpo.
¿Cómo puedo practicarla?
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Contrariamente al pensamiento de la mayoría de personas, este tipo de meditación no consiste en sentarte y estudiar tus pensamientos o reflexionar sobre la vida. Más bien consiste en observar tu cuerpo y tu mente. Solo observar, sin ningún tipo de meta o interés.
Al hacer esto (según la tradición budista) poco a poco te vas liberando del apego y la aversión que acumulas a lo largo de la vida, los cuales son los causantes de tu infelicidad.
Para aprender a realizar esta práctica es necesario acudir a cursos que se imparten durante 10 días. Hay cursos más largos y más cortos para alumnos avanzados, pero para principiantes, lo mínimo son 10 días.
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Estos cursos son impartidos en centros de meditación de todo el mundo y siempre tienen el mismo funcionamiento y estructura. Tanto es así que incluso tienen el mismo profesor, el señor Goenka, un birmano que es considerado el principal maestro de Vipassana en vida.
Durante los 3 primeros días, el curso se centra en practicar el Anapana, una técnica con la que lo único que haces es centrarte en el aire que pasa por el triángulo que forman las fosas nasales y la nariz.
Se trata solo de una preparación para la Vipassana, en la que cada día vas poco a poco haciendo más pequeño el triángulo.
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Es a partir del 4º día cuando realmente empiezas a practicar Vipassana, lo cual requiere que permanezcas meditando varias horas al día en completo reposo mientras observas las sensaciones de todo tu cuerpo.
La clave de esta práctica no es la simple observación, sino también el desapego de esas sensaciones que hay en tu cuerpo o en tu mente (agradables o desagradables), para lo que se requiere práctica.
Durante los 10 días que dura el curso se alcanzan las 10 horas de meditación diarias. No se permite hablar, ni escribir, ni leer, ni siquiera establecer contacto visual. Solo puedes preguntar al profesor cualquier duda o algún problema puntual en un pequeño descanso que tiene lugar al medio día.
¿Cuáles son los beneficios de la meditación Vipassana?
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Los beneficios de la meditación mindfulness, como se conoce este tipo de meditación en los círculos americanos, son muchos y han sido demostrados científicamente. Según los expertos, meditar te puede ayudar, entre otras cosas, a:
- Reducir los niveles de stress
- Mejorar la memoria y la atención
- Mejor conocimiento de uno mismo
- Mejora del procesamiento del dolor y las emociones
- Mejora del sistema inmunitario
- Aumento de la calidad del sueño
Si quieres ver las cosas con claridad debes reducir la velocidad. Cuanto más rápida sea nuestra vida, más borrosa la veremos. El reto es que con la incesante ocupación de la era moderna, rara vez nos detenemos para observarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno.
Estamos constantemente en movimiento, estamos constantemente conectados, y estamos constantemente bombardeados con estímulos externos. Pasar un tiempo acompañado del silencio nos permite reflexionar, obtener conocimiento y reencontrarnos con nuestro guía interno. Recuerda: el silencio es nuestra arma secreta.
