Tatuarse no es solo una cuestión de modas. Muchos eligen grabar en tinta sobre su piel los acontecimientos más importantes de su vida, más allá de la estética de moda o el tipo de tatuador del momento, pero otros, lo hacen más por necesidad que por elección.
Este es el caso de estos tatuajes que se hicieron para cubrir cicatrices o marcas de nacimiento de la que sus dueños no se sentían muy orgullosos, pero que después de la intervención de la mano experta de un tatuador, se han convertido en toda una obra de arte de la que presumir.