Es un hecho que los hombres y las mujeres somos diferentes, cada uno con nuestras virtudes y nuestros defectos. Sin embargo, a lo largo de la historia se nos han ido imponiendo ciertos estereotipos sin ningún tipo de fundamento que únicamente han servido para dar pie a infinidad de bromas y generar conflictos entre ambos sexos.
Bueno, pues resulta que hay una razón por la que todavía se sigue bromeando con las diferencias que existe entre hombres y mujeres. Gracias a los avances que se han conseguido en el mapeo cerebral y la investigación genética, la ciencia ha podido demostrar que algunos de los estereotipos de género más antiguos y trillados son totalmente ciertos.
A continuación te mostramos 5 absurdos estereotipos de género respaldados por la ciencia:
1- Las mujeres son nefastas orientándose
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Supuestamente hay una cosa que las mujeres y los ciegos tienen en común: su escasa capacidad de orientación. Luego están las supuestas diferencias en la forma en que las mujeres y los hombres van de un aparcamiento a otro, una práctica que a menudo se conoce como "conducir".
Luego estarían los hombres, quienes gracias a su sofisticado sistema de orientación interno y su pericia son capaces de desplazarse a cualquier lugar con solo proponérselo.
¿Es esto del todo cierto?
Lo que dice la ciencia:
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Varios estudios han demostrado que los hombres son mejores tanto para navegar por direcciones norte-sur como para orientarse en un espacio tridimensional que las mujeres. ¿Por qué los hombres ganaron el premio a la mayor percepción espacial? No, la respuesta no está en el sexo esta vez, es la comida. Bueno, en realidad, en las dos cosas.
Antes de que existiesen las tiendas y supermercados para llenar nuestra despensa, la humanidad tenía que ir de cacería y reunir sus chuletitas de mamut a diario. Los científicos creen que la testosterona influía en el olor de cada individuo de forma que fuera fácilmente rastreable por los demás. De esta manera, mediante el olfato podían encontrar el camino de vuelta a casa después de un largo día de caza.
No solo eso, sino que un investigador realmente escaneó los cerebros de más de un millón de niños y descubrió que a la edad de cuatro años, los niños ya estaban superando a las chicas en capacidad espacial en una proporción de 4 a 1. También descubrió que, si bien las niñas no tenían problemas para ver en dos dimensiones, los niños tenían la capacidad de ver en una tercera dimensión, lo que les permitía comprender el concepto de profundidad a una edad más temprana.
2- Los hombres son unos puercos
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Si los anuncios de detergente nos han enseñado algo, es que la nariz femenina está tan evolucionada que puede distinguir el hedor de unos calcetines sudorosos a kilómetros. Una vez que tenga el aroma en sus delicadas fosas nasales, una mujer de verdad no descansará hasta que la fuente del mal olor haya sido erradicada por completo.
Los hombres, mientras tanto, pueden usar la misma camiseta sudada durante una semana y dejar que la basura se acumule en la cocina hasta que alguien llame al departamento de salud.
Lo que dice la ciencia:
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Las mujeres tienen mejor olfato que los hombres a pesar de que no hay diferencias físicas entre la nariz masculina y la femenina o la cantidad de receptores que estas tienen. Las mujeres no solo son mejores a la hora de detectar los olores, sino que los estudios también han demostrado que las mujeres usan una parte mayor de sus cerebros cuando procesan los olores que los hombres.
¿Qué razón biológica explica que tu madre pueda detectar tus calcetines sudorosos a través de una puerta cerrada? La misma razón por la que fue capaz de detectar el "aroma" de tu padre. Aunque las mujeres generalmente detectan mejor todos los olores, sus narices realmente evolucionaron parar tener la habilidad de detectar el olor corporal masculino.
¿Por qué? Al parecer, entre ese hedor sudoroso hay algunos componentes químicos que avisan a una chica cuando un hombre le excita sexualmente, incluso sin que ella lo sepa.
3- Las mujeres son débiles
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El más típico de todos: Los chicos son grandes, fuertes y rudos mientras que las mujeres son frágiles, pequeñas y se quejan por todo.
La única excepción, por supuesto, es el parto, cuando incluso la mujer más débil se comporta como una guerrera amazona para aguantar un dolor que haría llorar al más duro de los machos. Si llamas débil a una mujer, ella te responderá que si los hombres tuvieran que dar a luz, la raza humana se habría extinguido hace mucho tiempo. Afirmación totalmente cierta, para qué vamos a engañarnos.
Lo que dice la ciencia:
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Las mujeres tienen un umbral de dolor más bajo, pero no tiene nada que ver con la dureza. Los hombres simplemente no sienten el dolor de la misma manera que las mujeres. En el caso de las mujeres, estas tienen más receptores de dolor en la piel, lo que amplifica su exposición a las molestias y a los dolores.
En última instancia, el cuerpo de una mujer puede requerir más del doble de analgésicos para obtener la misma cantidad de alivio.
La excepción es cuando están embarazadas o acaban de dar a luz un bebé. Un cóctel de endorfinas y otros productos químicos se acumulan durante el embarazo para que la madre pueda ocuparse del parto y probablemente explica por qué las mujeres embarazadas tienen ese brillo especial tan bonito.
Entonces, para recapitular, sí, las mujeres tienen umbrales de dolor extremadamente altos durante el parto, pero en cualquier otro momento de sus vidas su capacidad para soportar el dolor es mucho menor que la de los hombres, debido a la forma en que están conectados sus nervios.
4- A las mujeres les encanta hablar y hablar y hablar...
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En lo que respecta a la comunicación, todos sabemos que los hombres parecen ser de un planeta y las mujeres de otro, por lo que ambos están condenados a una vida de pareja llena de malentendidos y discusiones.
¿Por qué? Porque aparentemente en Marte decirle a alguien que estás bien significa que "todo está bien"; mientras que en Venus significa "si no te das cuenta de que me corté el flequillo un centímetro antes de que te lo diga, te arrancaré la cabeza de cuajo".
Lo que dice la ciencia:
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Las áreas del cerebro responsables del lenguaje son un 17% más grandes en las mujeres que en los hombres. No contentos con ser más grandes, los cerebros de las mujeres también son mejores a la hora de hacer varias tareas a la vez; lo que les permite procesar el lenguaje en ambos hemisferios mientras que los hombres generalmente lo procesan en su hemisferio dominante.
Según varios informes, el cuerpo calloso del cerebro de una mujer es más grande, lo que significa que las mujeres pueden transferir datos de un hemisferio a otro con fibra óptica de alta velocidad, mientras que los hombres siguen haciéndolo por código morse.
¿A qué se debe esta diferencia? Todavía no está del todo claro a pesar de que tiene repercusión sobre una infinidad de cosas, desde las probabilidades de que una mujer recupere la capacidad de hablar más rápido que un hombre después de un daño cerebral idéntico, hasta las probabilidades de que cabrees a tu novia al analizar el comentario que hiciste sobre lo bien guapa que se le ve a su mejor amiga.
5- Los hombres no diferencian los colores
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Estamos hartos de escuchar que los hombres tienen problemas a la hora de identificar los colores ya que siempre andan mezclando calcetines negros con calcetines azules.
Mientras tanto, las mujeres supuestamente están obsesionadas con el color, los combinan meticulosamente y disfrutan orgásmicamente de las diferencias entre el blanco roto y el blanco hueso.
Lo que dice la ciencia:
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El gen para ver el rojo solo lo porta el cromosoma X, lo que pone a los hombres en una seria desventaja al contemplar el espectro de colores. Un color, después de todo, se define por nuestra capacidad de percibir el rojo, el verde y el azul. Todos los demás colores que vemos se basan en combinaciones de esos tres.
Esto significa que, mientras que los hombres, quienes solo tienen un solo cromosoma X, podrían no ser capaces de ver el rojo, las mujeres y sus cromosomas X dobles tienen un 40% de posibilidades de que su visión abarque una extensión más amplia del espectro que sus homólogos masculinos.
¿A qué se debe esta ventaja evolutiva? Volvemos a la comida. Mientras los hombres estaban fuera matando la cena y desarrollando la percepción espacial con los suyos, las mujeres recolectaban frutas y verduras para hacer la ensalada.
Tener la capacidad de distinguir entre las bayas rojas brillantes que saben bien y las bayas rojas brillantes que pueden matarte fue una importante habilidad de supervivencia.
