Las altas temperaturas a la que nos enfrentamos en verano hacen que una tarde de playa o piscina sea el único plan posible para muchos en sus vacaciones, pero si vas con niños, tienes que tener mucho cuidado con ellos y evitar que se ahoguen mientras se dan un baño, aunque también pueden ahogarse fuera del agua.
¿Qué es el ahogamiento en seco?
El ahogamiento en seco se produce cuando los pulmones de una persona se inhabilitan para extraer oxígeno del aire y de puede deber, principalmente, por contener la respiración (apnea) o por que los pulmones no tienen la cantidad de oxígeno necesaria para respirar.
Esto se produce como consecuencia de un laringoespasmo, que no es más que la contracción involuntaria de la laringe y todos sus músculos del sistema respiratorio.
Todo esto es provocado por la acumulación de líquido en los pulmones, por lo que el ahogamiento se puede producir fuera del agua ya que es en ese preciso momento que los músculos de la laringe detecta el exceso de agua y se cierran para impedir que entre más.
¿Cómo evitar el ahogamiento en seco?
Puede que tu hijo se recupere con facilidad del ahogamiento en seco, pero a pesar de eso se debe visitar un centro médico para que sea explorado por un especialista que mida la gravedad de la situación.
Las señales:
Cansancio, dificultad respiratoria, dolor en el pecho, tos persistente e incluso vómitos son algunos de los síntomas más comunes de que hay líquido en los pulmones y pueden derivar en un ahogamiento en seco.
La única forma de prevenirlo es vigilar a los más pequeños mientras están sumergidos en el agua, enseñarles a bucear sin tragar agua y si, por algún motivo, tragan mucha agua, vigilar su evolución y estar atento a los síntomas.
¿Conocías el peligro del ahogamiento en seco? ¿Alguna vez lo has sufrido en tus propias carnes? ¡Compártelo con tus amigos para que sepan cómo actuar en caso de ahogamiento en seco! Fuente: wikipedia