Vivir en pareja es una lucha constante por llevarse bien y conseguir encontrar un punto de encuentro entre los dos integrantes de la relación. Desde siempre se ha hablado de la curva de la felicidad, refiriéndose a la curvita que se dibuja en tu barriga cuando estás felizmente en pareja y te descuidas un poco.
Lo que nunca habías podido imaginar es que cuando discutes con tu pareja, esa curva también aumenta, pero no de felicidad precisamente.
¿Por qué discutir con tu pareja engorda?
Quemar calorías
Un reciente estudio del Instituto de la Medicina del Comportamiento de la Universidad de Ohio asegura que las parejas que discuten acaloradamente queman entorno a 30 calorías menos cada hora. Ahora encima de irte a la cama enfadado, discutir con tu pareja te engorda.
Tu corazón no lo aguanta
Discutir con tu pareja puede, literalmente, romperte el corazón. Tras una intensa discusión en pareja, el estrés y la ansiedad que esto produce hace aumentar los triglicéridos, principales responsables de los problemas y enfermedades cardiovasculares.
Subida de azúcar
Al discutir con tu pareja, tu cuerpo se prepara para lo peor y aumenta la cantidad de insulina en sangre. Este aumento estimula la ingesta de comida y la grasa de acumula en la zona abdominal. Perfecto, además de discutir notas que tus abdominales desaparecen.
Ansiedad
Un entorno donde las discusiones son constantes puede conducir a un nivel de estrés y ansiedad en tu cuerpo que te llevará directo a la depresión.
Depresión
Uno de los refugios más frecuentes al entrar en una depresión es la comida. Se abandonan los hábitos saludables, te olvidas del ejercicio y comer llena un hueco, temporalmente, que necesitas llenar. Cuantos problemas de sobrepeso habrá causado una discusión subida de tono.