5 Cosas que le ocurren a las personas que no se duchan todos los días

5 Cosas que le ocurren a las personas que no se duchan todos los días

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Para todo el mundo que es incapaz de irse a la cama limpio y reluciente, permanecer alejado de la ducha por una semana o un mes resulta algo impensable, sin embargo, no todos somos iguales y la asiduidad con la que nos duchamos depende mucho de los gustos de cada persona.

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De hecho, existen numerosas culturas que, ya sea por su ideología o por el clima, llevan de forma más relajada eso de darse una agüita más o menos todos los días. Pero, ¿eso los convierte en unos guarretes? ¿Es bueno o malo ducharse todos los días?

Enseguida te contamos qué pasa en el cuerpo cuando permaneces demasiado tiempo alejado del gel y el champú.

1- Nuestra piel es un gran ecosistema

De primeras debes saber que incluso cuando acabas de salir de una buena ducha, la piel contiene hasta 100 especies de bacterias que conviven con otros 80 hongos. Menuda fiesta, ¿verdad?

No te eches todavía las manos a la cabeza. La mayoría de estos gérmenes son buenos para nuestra piel, y de hecho, se encargan de combatir y protegernos de otros hongos que sí pueden resultar dañinos.

2- La ducha como línea de defensa

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Por desgracia, hay veces en las que estas defensas naturales no son suficientes para luchar contra los malvados hongos que intentan dañarnos. Es ahí donde el baño se convierte en parte fundamental para crear una segunda línea de defensa.

robuart/Shutterstock

Si por alguna razón una persona decide abandonar su higiene y permanecer apartada del agua y el jabón durante un tiempo, irá recogiendo y acumulando gérmenes de todo aquello que entre en contacto con su cuerpo.

3- Necesitamos ducharnos porque tocamos de todo

No hace falta revolcarse en la basura para acumular gérmenes, nuestro cuerpo da cabida a todos esos nuevos amiguitos con solo tocar los pomos de las puertas, las manos de otras personas, cualquier alimento y por supuesto, el teléfono móvil, donde existen más bacterias que en la taza del váter, pero eso es otro tema.

Sin la higiene correcta, especialmente de las manos, somos más vulnerables a que esos gérmenes puedan alojarse en nuestra piel o entrar en contacto con nuestros ojos, la nariz o la boca, lo que puede causarnos toda clase de enfermedades, como diarrea.

Nadia Buravleva / Shutterstock

4- Enfermedades e infecciones

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Por otro lado, estos gérmenes también pueden agravar posibles infecciones cutáneas preexistentes e incluso causar nuevos síntomas. Por esta razón, prevenir cualquier infección es una de las razones más importantes por las que debemos bañarnos con cierta asiduidad.

Por supuesto, también es bueno pasar por la ducha para, obviamente, para eliminar toda la suciedad que vamos acumulando de forma natural a causa del el sudor, las células muertas de la piel o la propia grasa que producimos.

Si no mantenemos a raya la acumulación de estas sustancias, problemas como el acné o la foliculitis pueden aparecer, empeorar e incluso pueden hacerse crónicas.

ayelet-keshet / Shutterstock

Quizás la razón menos importante, pero sin embargo, por la que la mayoría de las personas deciden no saltarse el baño, es para prevenir los malos olores.

5- Y por supuesto, los malos olores

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Se suele creer que el mal olor del cuerpo proviene del sudor, cuando  en realidad no todo el sudor que emitimos tiene mal olor. El sudor procedente de las glándulas ecrinas, que abundan especialmente en el tórax, la cara y las palmas de las manos, apenas produce ninguno, porque su composición es principalmente agua y sales minerales.

Las glándulas sudoríparas apocrinas localizadas mayoritariamente en axilas, ingles y pubis emanan un líquido más viscoso, compuesto por agua, lípidos, feromonas y residuos metabólicos.

Este fluido tiene un olor corporal ligero que varía en cada persona y aparece a partir de la pubertad, pero es solo cuando toma contacto con las bacterias que se encuentran en la piel cuando su composición desprende un olor desagradable.

chombosan / Shutterstock

Está claro que una ducha de vez en cuando no viene mal a nadie, sin embargo, los investigadores también aseguran que bañarse demasiado también es malo para nuestra piel, ya que puede ocasionar su contracción y la pérdida completa del aceite natural que la protege haciéndola igualmente vulnerable a las infecciones.

Y tú, ¿Te duchas a diario? ¿Con cuánta frecuencia pisas la bañera? ¡Déjanos tu respuesta en los comentarios!

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