La cultura japonesa es considerada una de las más atractivas por el turista promedio debido a las enormes diferencias que presenta con respecto a culturas occidentales y por la enorme cantidad de pequeñas excentricidades que esconde y hacen de ese país un lugar lleno de sorpresas. Una de las características más conocidas de la cultura japonesa es la gran dedicación que los japoneses muestran en el trabajo y su "extraña" forma de tratar a los clientes.
En el país nipón el cliente es tratado como una auténtica divinidad, por lo que es muy común descubrir algunos comportamientos que nosotros consideraríamos raros con el fin de complacer y satisfacer nuestras necesidades. De hecho, este tipo de servicios se convierte en una de las principales atracciones para los visitantes.
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De acuerdo con la web japonesa Naver Matome, este tipo de trato a menudo puede llegar a sorprender a los turistas, que ven cómo una simple visita a una tienda o a un restaurante se convierte en toda una experiencia, que aunque para muchos puede ser realmente sorprendente, para otros puede llegar a ser algo incómodo.
La gran despedida
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Cuando realizas una compra en cualquier tienda japonesa, es muy común ver cómo el dependiente que te atendió te acompaña hasta la puerta llevando diligentemente tu compra. Una vez fuera, te entregan la bolsa y realizan la ceremoniosa tradición de mostrar su agradecimiento haciendo una gran reverencia.
Si bien este tipo de trato ha quedado relegado a pequeñas tiendas de ropa o de moda, es un comportamiento que se puede ver también en otros servicios totalmente diferentes como pueden ser pequeños concesionarios o incluso gasolineras, en las cuales los empleados te guiarán y te ayudarán a incorporarte al tráfico.
Saludos efusivos
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En lugar de darte la bienvenida mirándote a los ojos a la vez que sonríen, el personal japonés te perforará los oídos con gritos de "¡Bienvenido!" y "¡Gracias!" al entrar y salir del establecimiento. Con el paso del tiempo, la calurosa e incesante bienvenida puede que te saque de tus casillas, sobre todo cuando vayas al supermercado y los empleados te den la bienvenida a gritos en cuanto vean que te acercas a su pasillo sin tan siquiera mirarte a la cara.
Menús en inglés y cubiertos occidentales
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A veces, en un intento de hacer que el cambio cultural sea más llevadero, incluso cuando pedir comida es tan fácil como señalar con el dedo la imagen de la comida que quieres en la carta, muchos restaurantes optan por sustituir su carta convencional por una traducida completamente al inglés.
Dependiendo del restaurante, incluso te podrán tenedores en lugar de los palillos, que aunque a veces puede ser útil, no cabe duda de que arruina por completo la emoción de vivir una auténtica experiencia japonesa.
Guardias de tráfico
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Otro característica sorprendente de la cultura japonesa puede verse en las carreteras y aparcamientos de todo el país, donde encontraremos a guardias de tráfico elegantemente uniformados desempeñando su labor con una dedicación sin igual.
Aunque su presencia se justifica en festivales y grandes eventos, a menudo sorprende verlos permanecer de pie obedientemente frente aparcamientos casi vacíos preparados para ayudar a cualquier cliente.
Seguridad ciudadana
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Japón es conocido por su extrema implicación en la seguridad de los empleados tal y como se puede ver en cualquier edificio en obra del país. Ya sea por las innumerables vallas perfectamente acomodadas que marcan un camino seguro o por los operarios que recuerdan a los transeúntes a través de un megáfono que vigilen sus pasos, podemos comprobar cómo Japón va un paso más allá en lo que cuidar la integridad de las personas se refiere.
