Aunque no nos demos cuenta, en muchas ocasiones nos comportamos de forma injusta y abusiva con los demás con el fin de conseguir nuestros propios intereses. Lo hacemos de forma cotidiana y casi incoscientemente, sin embargo, nuestras acciones pueden repercutir de forma negativa sobre las personas de nuestro entorno, y particularmente, sobre nuestra pareja.
Nuestra actitud a la hora de enfrentar una discusión, el propio lenguaje que utilicemos durante la misma, los intereses que nos llevan empezarla... Son muchos los aspectos influyentes en nuestras relaciones sociales a los que debemos prestar especial atención y que, desgraciadamente, solemos dar de lado ya que pensamos que todo lo hacemos bien.
A continuación, destacaremos algunos de estos comportamientos con la esperanza de que haciendo un poco de autocrítica mejoremos la forma en la que nos comunicamos con las personas de nuestro entorno y evitemos aquellos comportamientos que son tóxicos para nuestras relaciones.
1- Manipulación emocional
Lamenteesmaravillosa
Seguramente hayas escuchado alguna vez la frase "con tu pareja debes tener mano dura y hacerte el interesante". Si eres demasiado amable con la otra personas o se da cuenta de que te estás a su merced, tomará ventaja de eso.
Recibimos multitud de mensajes que nos incitan a manipular a los demás con el fin de conseguir lo que queremos, algo bastante común dentro de las relaciones íntimas.
A veces se manifiesta con el uso de sobrenombres, a menudo nombres opresivos con el fin de atacar y rebajar la autoestima de la otra persona constantemente. Otras veces, usamos la frase, "Si de verdad me quieres, harías..." con el fin de manipular a nuestros seres queridos. En otras ocasiones mentimos sin remordimientos con el fin de justificar nuestra conducta afirmando, "No es lo que piensas".
2- Comportarse de forma dominante, agresiva o intimidatoria
Lamenteesmaravillosa
Quizás sea por los modelos de masculinidad que nos rodean constantemente y nos bombardean desde pequeños con mensajes que muestran que ser un tipo duro significa ser "más hombre", pero por desgracia, muchas personas relaciononan la agresividad con la dominancia y el liderazgo.
Es importante que reflexionemos acerca de cómo la agresividad afecta a nuestra relación, incluso las formas más inocentes en las que no vemos ningún comportamiento agresivo puden derivar en patrones de violencia propiciado por episodios de enfado y frustración.
3- Negarse a escuchar
Datomujer
Al igual que un bromista puede pensar que algo es gracioso aunque a su pareja no le guste mucho, y a pesar de que le diga que pare, este siga repitiendo la misma broma, a veces no escuchamos realmente lo que nuestra pareja nos está diciendo, no somos capaces de captar lo que realmente intenta comunicarnos.
Esta forma de actuar hace que, en demasiadas ocasiones, no respetemos el consentimiento o la verdadera opinión de los demás. Seguramente te sean familiares algunas frases que son una prueba de ello.
- "Si te dice "No", realmente te está diciendo "convénceme".
- "Si no se muestra simpático contigo, significa que le gustas. ¡Sigue intentándolo!"
Aunque pensemos que sabemos lo que quiere otra persona, siempre tenemos que tener en mente que de alguna forma tendemos a valorar de forma más positiva nuestra opinión que la de los demás, algo que puede traducirse en un comportamiento abusivo.
4- Actitud controladora
Lostipos
Aprendemos desde pequeños que existen muchos métodos de controlar y manipular a las personas de nuestro alrederdor debido a que los adultos han premiado este comportamiento. En algunas ocasiones se confunde este comportamiento con el liderazgo, aunque más bien se parece al autoritarismo.
Desde pequeños se nos inculca que tenemos que estar al mando de todo, ya sea la relación emocional que tengamos con otra persona, en nuestras cuestiones financieras, en la sexualidad de la pareja o incluso en situaciones sociales, esta búsqueda de dominancia puede derivar a otras formas de abuso, e incluso en violencia física.
5- Actuar impulsado por los celos
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Por desgracia, muchas personas asocian los celos con una supuesta forma de mostrar los sentimientos hacia otra persona.
Lo que convierte a los celos en algo tan problemático es que todos los acabamos experimentando en un momento u otro de nuestra vida. Es totalmente natural hacerlo y se pueden mostrar de diversas formas.
Aunque sea algo natural sentir celos, no deja de ser algo peligroso debido a que pueden traducirse rápidamente en comportamientos nocivos hacia las personas que nos rodean. Desde violar la privacidad de la pareja, mirando las conversaciones de su teléfono, presionarles para que no salgan de casa y puedan divertirse con sus amigos o prohibiéndoles que se relacionen con una persona en particular, existen miles de formas en las que los celos pueden derivar en un comportamiento abusivo capaz de detrozar una relación.
Ahora que hemos arrojado un poco de luz sobre algunos comportamientos que no son saludables para el estado de una relación, vamos a mostrar algunos consejos para intentar evitar que estos episodios se repitan.
1- Eliminar el lenguaje violento y opresivo
Lapatilla
No se trata de ser políticamente correcto con todas las personas de nuestro alrededor, simplemente se trata de empatizar con aquellas personas que nos dicen que utilizamos un lenguaje grosero hacia ellos.
Si eliminamos palabras groseras de nuestro vocabulario cotidiano mostramos en cierta manera nuestra voluntad para cambiar un comportamiento que no es adecuado hacia los demás y que comprendemos la enorme repercusión que puede tener en los demás las palabras que utilizamos hacia ellos.
2- Tómate el tiempo necesario para reflexionar sobre tus emociones y decidir cómo mostrarlas de una forma sana
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Una de las mejores formas de evitar problemas derivados de la falta de comunicación de sentimientos, o más bien, la forma en la que los expresamos y mostramos hacia los demás, es simplemente tomarse un tiempo en el que reflexionemos sobre cómo nos sentimos y cómo podríamos expresar ese sentimiento hacia otra persona de una forma sana y sin que hagamos que las personas que amamos sufran cuando lo hacemos.
3- Aprende a escuchar de forma abierta y con empatía
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Quizás, lo más importante sea que necesitamos aprender a escuchar a aquellas personas que nos lo piden, y cuando decimos escuchar, hablamos de escuchar de verdad, prestando atención a sus problemas e intentando ponernos en su lugar para saber cómo se siente. Tenemos que intentar no poner más excusas y actuar a la defensiva cada vez que escuchamos a alguien que necesita nuestra atención y nota que no se la damos.
