Tendemos a pensar que la fotografía de vida salvaje es impresionante, hermosa y majestuosa, pero no todos los animales son tan fotogénicos como los que aparecen en la portada de National Geographic. Nuestras queridas mascotas a menudo son los protagonistas de nuestras propias fotografías.
Sin embargo tenemos la prueba de que no todos los animales son fotogénicos, lo mismo que nos pasa a los seres humanos. De hecho, ¡a las mascotas se les pueden hacer alguna de las imágenes más comprometidas que puedas imaginar!