Seguramente conozcas a alguna persona que tiene las manos y los pies fríos como el hielo independientemente de la temperatura que haga. Da igual que sea verano o invierno, hay personas que simplemente parecen incapaces de calentar sus extremidades por mucho que lo intenten.
Aunque hay muchas teorías al respecto, quizás la más extendida sea la de aquellas personas que afirman que es debido a la mala circulación de la sangre. ¿Es esto cierto?
¿Por qué los tenemos fríos?
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1- ¿Circulación de la sangre?
Pues bien, esa teoría es exacta a medias. Nuestros vasos sanguíneos son responsables de mantener nuestra piel a una temperatura confortable. Cuando nos enfriamos, los receptores sensoriales de nuestra piel empiezan a informar a nuestro cerebro que es necesario estrechar los vasos sanguíneos.
Mediante este mecanismo, nuestro cuerpo es capaz de conservar el calor para ayudarnos a sobrevivir, el problema aparece cuando este mecanismo no funciona del todo bien.
Este proceso puede ser causado por los cambios más pequeños de temperatura. Una investigación muestra que esta reacción es más típica en las mujeres, debido unos niveles más altos de hormonas femeninas.
El estrógeno juega un papel importante en la regulación de la temperatura. Por lo tanto, es verdad que las mujeres son más sensibles al frío que los hombres.
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2- Enfermedades
Pero si experimentas una sensibilidad al frío más grave, puede ser un síntoma de la enfermedad de Raynaud. Esta condición hace que las extremidades estén frías constantemente, a veces también llega a afectar a las orejas y la nariz,, haciendo que estas adquieran un color blanquecino o queden adormecidas.
Dependiendo de la gravedad de la condición, esta podrá tratarse simplemente portando alguna prenda de abrigo adicional o utilizando medicamentos que se encarguen de ensanchar los vasos sanguíneos.
3- Otras razones
Las manos y los pies fríos también pueden ser signos de otras condiciones, incluyendo lupus, diabetes o hipotiroidismo.
En algunas ocasiones, unos niveles bajos de vitamina B12 o hierro pueden causar los mismos síntomas. Por lo tanto, será necesario que consultes con tu médico cuál es la causa precisa de tu problema.
