Nuestra Señora de Guadalupe es una aparición mariana de la Iglesia católica de origen mexicano, cuya imagen tiene su principal centro de culto en la Basílica de Guadalupe, ubicada en las faldas del cerro del Tepeyac, en el norte de la Ciudad de México.
De acuerdo a la tradición oral mexicana, y según lo descrito por múltiples documentos históricos del Vaticano, se apareció en cuatro ocasiones al indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac, y una quinta ocasión a Juan Bernardino, tío de Juan Diego.
Nuestra Señora de Guadalupe
La importancia de esta virgen
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Según diversos investigadores, el culto a la Virgen de Guadalupe es una de las creencias más históricamente arraigadas en el actual México y parte de su identidad, y ha estado presente en el desarrollo como país desde el siglo XVI.
También ha sido de vital importancia incluso en sus procesos sociales más importantes como la Independencia de México, la de Reforma, la Revolución mexicana y en la sociedad mexicana actual, en donde cuenta con millones de fieles. Pero, ¿y si toda esta historia no fuera real?
Ya existía en España
Una leyenda, no guadalupana, dice que en el siglo XIII ya existía en España una Virgen de Guadalupe. Se le apreció al vaquero Gil Cordero en los márgenes del río Guadalupe en Cáceres, del cual viene su nombre.
En 1338 se mandó a copiar la imagen de la forma más o menos original, pero más tarde un pintor decidió darle otra interpretación para vender copias.
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Cuando se llevó a cabo la Conquista, los Reyes Católicos decidieron que como dicha virgen era morena, como los indios, iba a ser la protectora del nuevo mundo. El propio Hernán Cortés mandó a instalar una copia de la virgen en el templo del Cerro de Tepeyac, buscando el sometimiento religioso de los indígenas.
La idea del conquistador era sustituir los dioses indios por los españoles. De esta forma cambió al Dios Tláloc (Dios de la lluvia) por San Juan Bautista, a Xochipili (Dios de las Flores) por San Isidro Labrador, a Huitzilopochtli por Jesucristo,...
¿Cuento o realidad?
Hay quienes defienden a capa y espada que se trata de apariciones reales y que un error no podría haber perdurado tantos años. Sin embargo, hay muchos que aseguran que dichas apariciones fueron puro cuento.
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La primera noticia que se conoció de la Virgen se dio en 1648, 117 años después del supuesto hecho, y ocurrió por cuenta del padre español Miguel Sánchez, en su libro Imagen de la Virgen María.
Sin embargo, desde 1555 ya figuraba en el Cerro del Tepeyac, ya que había sido colocada por Hernán Cortés, según muchos creen para conseguir dinero con las limosnas.
Sin embargo, aunque muchos devotos de la aparición de la Virgen de Guadalupe siguen creyendo que la imagen apareció de forma divina, a día de hoy se cree que fue un mito creado por los españoles para controlar a la población. Solo un ejemplo más de los posibles tejemanejes de la Iglesia para mantener el control.
