En invierno todos hacemos grandes esfuerzos para evitar a toda costa coger un resfriado, pero ¿qué pasa con nuestras mascotas? ¿pueden los perros resfriarse también? Y aún más importante, ¿se pueden contagiar de los humanos? ¡Aquí tienes todas las respuestas!
¿Se resfrían los perros como los humanos?
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Determinar si los perros se resfrían o no, depende de si nos enfocamos en las causas o en los síntomas de la enfermedad.
Los virus que causan los resfriados en las personas suelen ser específicos de cada especie. Por lo que, a salvo de excepciones, los virus que hacen que las personas se resfríen son incapaces de causar enfermedades en los perros.
Sin embargo, desde el punto de vista de los síntomas que desarrollan, muchos virus e incluso algunas especies bacterianas que infectan a los perros causan signos clínicos que son prácticamente iguales a los observados en las personas resfriadas. Los estornudos, la congestión, los ojos llorosos, la tos o la secreción nasal son comunes, lo que es diferente son los agentes infecciosos que los provocan.
¿Son contagiosos sus resfriados?
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Los resfriados caninos no son contagiosos para los humanos, ya que los virus y bacterias que los provocan no suponen ningún tipo de problema para la especie humana. ¿Y al revés? ¿Pueden los perros contagiarse de los resfriados humanos?
En la mayoría de los casos tampoco. Sin embargo, recientemente se han publicado varios informes que aseguran que perros y humanos pueden compartir la infección de algunos tipos de virus de la gripe (aunque hasta el momento se creía que los perros no podían contraer la gripe humana). Así que, lavarse las manos con frecuencia cuando tu perro está enfermo, es una buena medida para evitar contagios.
Remedios para perros resfriados
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Todo depende del nivel de enfermedad. Si sigue comiendo y bebiendo y está relativamente activo, puede ser suficiente con atención sintomática y remedios caseros. Anímalo a descansar, beber y comer para que su sistema inmunológico tenga recursos para combatir la infección. Límpiale los ojos y la nariz con un paño tibio y húmedo.
En el momento en el que deje de comer y beber, parezca incómodo, tenga dificultad para respirar y no vuelva a la normalidad, lo mejor es coger hora con el veterinario. No tiene por qué ser un resfriado, puede tratarse de neumonía, infecciones, irritaciones o cualquier otra cosa. Si finalmente le diagnostican un resfriado, probablemente le receten antibióticos, supresores de la tos, descongestionantes o antiinflmatorios.
