Cuando los bebés nacen, nos dan la oportunidad de experimentar una sensación única que suele terminar en lágrimas. Es el milagro de la vida. Intentamos explicar cómo puede ser que nazcan tan perfectos, con cada uno de sus dedos, sus uñas, sus pestañas y hasta el más mínimo detalle.
Sin embargo, a muchos también nos impresiona la forma de la cabeza del bebé cuando acaba de nacer, llegando incluso a preocuparnos. Suele ser alargada, parecida a la de un alien. Sin embargo esto es completamente normal.
Cosas que los padres deben saber sobre la forma de la cabeza de los bebés
Cómo fue el parto
La forma de la cabeza en un parto vaginal puede indicarnos mucha información sobre si el canal de parto ha sido cómodo o no. Durante las primeras 24 a 72 horas, la cabeza va adoptando una forma más normal. Después de estas 72 horas, la forma de la cabeza del bebé es esencial para saber si padece algún problema médico congénito.
"A menudo, la cabeza se deforma debido a las presiones que sufre al nacer y estos bebés salen con la cabeza en forma de cono como pequeños alienígenas," afirmaba Kathleen Rowland, médica y profesora del Rush Medical College.
Las fontanelas
Los bebés nacen con puntos blandos en el cráneo llamados fontanelas que son totalmente normales y necesarios para que el cerebro pueda crecer. Suelen cerrarse durante los dos primeros años. La ausencia de estos puntos se conoce como craneosinostosis y puede derivar en problemas visuales, trastornos de sueño, problemas de desarrollo mental y dificultad para comer. No suelen haber muchos casos.
Plagiocefalia
Hay un problema mucho más frecuente. Se conoce como plagiocefalia y se da cuando la cabeza tiene una zona plana. Afecta a la mitad de los bebés ya que los padres se han concienciado de la importancia de acostar a los bebés bocarriba para reducir el riesgo de muerte súbita del lactante.
Este problema se debe a que pasan demasiado tiempo bocarriba. Sin embargo, recomiendan que el bebe pase tiempo sobre el vientre para desarrollar los músculos de la cabeza, del cuello y de la parte superior del cuello.
Que la plagiocefalia sea común no significa que sea normal. Aunque hay formas de reducir la probabilidad, no podemos culparnos si ocurre.
"Es una buena ocasión para dejarlo pasar, perdonarse a uno mismo y saber llevar los altibajos que supone la labor de los padres. El bebé puede estar 'en riesgo' y, al mismo tiempo, no ser culpa de los padres. A veces simplemente son cosas que pasan", asegura Kathleen.
