La cerveza es una bebida que apetece siempre, pero sobre todo ahora que empieza a llegar el calorcito. ¿Quién no se tomaría una bien fresquita? Sin embargo, existe un gran inconveniente: el alcohol. Cuando después tenemos que seguir trabajando o coger el coche, la cosa cambia.
Hace unos años no teníamos opción. O cambiabas de bebida o te arriesgabas. Por suerte, los fabricantes de cerveza crearon la famosa y conocida cerveza sin alcohol. Al principio no la encontrábamos en muchos sitios y, además, la diferencia con la normal era un abismo. Con el tiempo, los fabricantes pulieron la receta y lograron un sabor bastante similar entre ambas.
Las diferencias entre la sin y la 0,0
Ninguna era 100% sin alcohol
Pero esta cerveza tenía otro fallo. No era 100% sin alcohol por lo que podías dar positivo en un control de alcoholemia si bebías muchas. Entonces fue cuando surgieron las cervezas 0,0, pero estas tampoco estaban libres de alcohol por completo. Sin embargo, existen ya tantos tipos que terminamos haciéndonos un lío y no sabemos cual debemos tomar, así que intentaremos explicar un poco todo.
La clave es el porcentaje real
La clave de todo es el porcentaje de alcohol en volumen que nos encontramos en los diferentes tipos. Las cervezas tradicionales suelen contener alrededor de un 5%, mientras que las sin alcohol tienen un 0.6%. Aunque el porcentaje es bajo, si te bebes varios litros podrías dar positivo en un control, algo que dependerá de varios factores más.
Si no quieres nada nada, opta por la 0,0
Así que, si no quieres beber nada de alcohol, debes optar por la 0,0 ya que no fermenta con alcohol y se fabrica exclusivamente con malta, cebada, lúpulo y agua. En este tipo de cervezas se encuentra una cantidad de alcohol inferior al 0,1%. Concretamente, en San Miguel y Free Damn se registró menos del 0,01% mientras que en la Buckler solo el 0,07%.
Así que, aunque las 0,0 son la mejor opción para el que no quiere consumir alcohol, lo cierto es que no podemos decir que no hemos tomado ni una gota de alcohol.