El vínculo entre un niño pequeño y el animal doméstico de la familia suele ser a menudo muy especial. Sus amistades se construyen desde un sentido natural basado en la confianza y en el amor, pero la parte más importante de su relación podría ser sólo la paciencia.
Los niños siempre sienten curiosidad por lo desconocido, y si bien la mayoría de las mascotas están antes de que los bebés lleguen a la familia, conforme van creciendo y descubriendo su alrededor, los animales suelen ser lo que más llame su atención. Y lo mejor de todo es que las mascotas son conscinetes de ello y se dan cuenta bastante rápido.