Se les avisó. Todos los dueños le decimos a nuestros buenos chicos y chicas que es una idea terrible, pero a los perros les encantan las abejas. Para un cachorro, un zumbido de abeja podría ser la llamada a la pura diversión y su curiosidad por ellas les hace acercarse a pesar de nuestras advertencias. Lo peor es cuando deciden probar a qué saben…
Cuando se dan cuenta de que sus dueños tenían razón, evitan ir hacia ellos con la cara hinchada y completamente avergonzados por lo que acaban de hacer. Pero al final la vergüenza les molesta, y nosotros no podemos evitar reírnos de la situación. Disfruta de esta colección de perros que comieron abejas.