Si les prestamos atención, nuestras mascotas a menudo son capaces de enseñarnos que alcanzar la felicidad puede ser mucho más simple de lo que pensamos. De hecho, a veces puede ser tan sencillo como encontrar un lugar cálido como un trozo de suelo bañado por la luz del sol, un radiador caliente o incluso una barriga caliente y suave donde dejar el tiempo pasar.
A continuación te mostraremos algunas instantáneas realmente adorables de estos amantes del calorcito que nos recuerda que a veces, todos tenemos que aprender a reducir la velocidad y disfrutar de las cosas más simples de la vida.