Si después de posponer la alarma de tu móvil durante 30 minutos consigues el valor suficiente para salir de la cama en pleno invierno, eres todo un campeón, pero lo peor todavía no ha pasado. Consigues desayunar, vestirte y salir a la calle, pero al entrar en tu coche, parece un congelador.
Hay dos tipos de personas, los que arrancan de seguida y van a toda prisa camino del trabajo con una sola cosa en mente, la calefacción centralizada de la oficina, y los que ponen la calefacción a toda pastilla antes de salir con la esperanza de volver a sentir sus extremidades.
Pero, ¿Lo estamos haciendo bien?
¿Hay que calentar el coche antes de arrancar?
Meterse en el coche congelado todas las mañanas puede ser una aventura y de toda la vida, nuestros padres, han intentando calentar un poco el coche antes de arrancarlo ya que el cambio brusco de temperatura no era bueno para el motor.
En la época en que los motores funcionaban mediante carburadores, calentar el coche podía tener algo de sentido, ya que la maquinaría se podía resentir de un cambio brusco de temperatura, pero en los tiempos que corren, donde la turbo inyección está a la orden del día...
¿Sigue teniendo sentido calentar el motor para arrancar el coche?
La respuesta es NO. Los increíbles y altamente técnicos nuevos motores de turbo inyección soportan el cambio de temperatura sin ningún tipo de problema, hasta el punto que apagan su motor en los semáforos para ahorrar combustible.
Lamentamos romper con este mito que ha mantenido caliente a tantos viajeros camino del trabajo, pero poner la calefacción antes de salir solo conseguirá que tus manos no estén congeladas alrededor del volante.
