16 aspectos que personas con ansiedad social les sonarán familiares

16 aspectos que personas con ansiedad social les sonarán familiares

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La ansiedad social es un problema a menudo difícil de entender, que puede tener un impacto mucho más grave en la vida de quien lo sufre de lo que se piensa. Se trata de un problema que va mucho más allá de no gustarte las grandes aglomeraciones de personas.

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Algo tan sencillo como que suene el timbre de la puerta, tener una reunión en el trabajo o recibir una llamada telefónica inesperada pueden ser hechos aterradores si una persona con ansiedad social tiene un mal día.

Algunos días es soportable mientras que otros son demasiado abrumadores. Algunos días pueden salir de casa alegremente y sonriendo a todos los que se cruzan en su camino, mientras que otros días prefieren pasarlo hechos un ovillo en la cama para sentirse seguros.

A continuación te mostramos algunas cosas con las que las personas con ansiedad social se sentirán identificadas:

1- Te encantaría poder disfrutar de las salidas nocturnas

VTT Studio/Shutterstock

Temer el ambiente nocturno y las fiestas no significa que no te resulten atractivas. A la vez que sientes alivio al no acudir a este tipo de eventos, también pasa mucho tiempo lamentando no haber ido y deseando que pudieses participar más y conocer gente con más facilidad.

2- Esperas temeroso los eventos sociales durante días

Brian A Jackson/Shutterstock
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El mero hecho de saber que tienes que presentarte a grandes eventos como reuniones, bodas o citas, hacen que los días sean una tortura. Te aterra que llegue el momento en el que tengas que relacionarte con otras personas en un ambiente distendido.

3- El timbre es algo así como tu enemigo

Daxiao Productions/Shutterstock

Cuando suena el timbre, tu cuerpo entra en un estado de alerta que te impide continuar con lo que estás haciendo. Incluso después de que el extraño se aleje, pasarás el resto del día en pánico pensando quién era y qué quería, aunque lo más probable es que fuese un cartero o una persona pidiendo caridad.

4- Lo mismo ocurre cuando te llama un número oculto

igorstevanovic/Shutterstock

Recibir la llamada de un número oculto hace que se te erice la piel. Te preguntas quién será y qué querrá. Te autoconvences de que es alguien que se ha equivocado o que se trata de una estafa, por lo que lo más seguro es no contestar la llamada.

5- Nunca llamas a una persona si puedes enviarle un email

Burdun Iliya/Shutterstock

Hacer una llamada telefónica es aún más desalentador que recibir una, por lo que lo evitas siempre que puedes. Por suerte para ti, el correo electrónico excluye toda necesidad de interacción humana.

6- Que te insulten por las redes sociales puede llegar a ser traumático

Stefano Garau/Shutterstock
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Para muchos, hablar de mala manera a través de internet es parte de la diversión que ofrecen las redes sociales. Para ti, un solo tweet desagradable o comentario pasivo agresivo en Facebook puede hacer que desees borrar todo tu perfil o que te dé pánico volver a interaccionar con alguna persona.

7- Piensas demasiado todo lo que dices

KieferPix/Shutterstock

Debido al miedo de ser juzgado, piensas absolutamente todo lo que dices. Una vez que enviado un correo electrónico, volverás a releerlo varias veces para convencerte de que estaba escrito correctamente y no puede haber ningún malentendido. Tu cerebro nunca te da un respiro.

8- Sólo tienes un puñado de amigos y con eso te basta

Rido/Shutterstock

Existen dos o tres personas con las que te sientes absolutamente cómodo y con las que no parece que tengas dificultades para ser tú mismo. No te atrae la idea de tener más amigos ya que supondría más interacciones sociales.

9- La ansiedad que sufres viene y va

Viktor Gladkov/Shutterstock

La ansiedad social no impide que puedas salir de casa y pasártelo bien. En algunas ocasiones muestras la confianza de cualquier persona a la hora de interactuar con los demás o aceptar invitaciones a eventos sociales. No existen desencadenantes de este trastorno, por lo que no sabrás de qué humor te levantarás al día siguiente.

10- Evitas el contacto visual con las personas que conoces

pathdoc/Shutterstock
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"¿Es María la del trabajo la que viene hacia mí? ¡Mierda! ¡Activación de métodos de emergencia!" Entonces te pones los auriculares, finges una llamada de teléfono, evitas el contacto visual e incluso cambias de acera si es necesario. Haces todo lo posible para evitar entablar conversación.

11- Confías demasiado en el valor que proporciona el alcohol

Photographee.eu/Shutterstock

Si te ves obligado a salir de fiesta, sabes que no podrás hacerlo al no ser que calmes tus nervios con una copa. No es inusual que alguien haya quien fiera llegar a una fiesta a tono mientras el resto aún está sobrio, sin embargo, para las personas con ansiedad social se convierte en algo casi necesario.

12- La gente piensa que eres borde

pathdoc/Shutterstock

Y probablemente te comportes así aunque no es la impresión que estás tratando de transmitir. Al no hablar, permaneces ensimismado mucho tiempo y respondes con respuestas contundentes, por lo que es fácil que los demás piensen que eres una persona de pocos amigos. Algo que te hace daño y no sabes bien cómo cambiar.

13- La gente también piensa que eres un amigo terrible o extraño

CREATISTA/Shutterstock

Al estar normalmente en silencio, evitar el contacto visual y pasar todo el día con  los auriculares puestos para evitar cualquier posible interacción hace que se te etiquete como el "rarito" del grupo.

14- Siempre buscas una forma de escapar de una fiesta o reunión

Rommel Canlas/Shutterstock
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Cuando no tienes más opción que ir a una fiesta, tu máxima prioridad en ese momento es encontrar una excusa para poder desaparecer tan pronto como puedas. Tratas de cortar conversaciones, buscas la mejor ruta hacia la salida o esperas a que los demás se alejen un momento para que haya menos gente a la que les tengas que explicar los motivos de tu salida.

15- Te preocupa que la gente te mire o hable de ti

Antonio Guillem/Shutterstock

Aunque no sucede con regularidad, la sensación de que todo el mundo está juzgando tu apariencia, lo que dices o lo que haces es un síntoma posible de la ansiedad social. ¿Estoy demasiado callado? ¿Acabo de dejarme en ridículo? ¿Parezco estúpido? ¿Por qué acabo de decir eso? ¿Dónde pongo las manos? ¿Están hablando de mí? ¿Me quieren aquí? Estas son sólo algunas de las preguntas que rondan con frecuencia tu cerebro.

16- Eres incapaz de explicar tu situación

PongMoji/Shutterstock

Te preocupa que explicarle a los demás que sufres ansiedad social te haga parecer patético, que sean capaces de entenderlo o incluso que lleguen a creer que ese problema existe.

¿Cómo le dices a la gente que la idea de verte involucrado en eventos sociales hace que entres en pánico? ¿Cómo explicas que no es que no te guste la gente, sino que careces de la confianza suficiente y temes ser juzgado constantemente? ¿Cómo explicas que tu problema va más allá de la simple y llana timidez?

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Te gustaría poder decirles que no eres borde, ni raro. Quieres que la gente entienda que es algo que no has elegido y que harías cualquier cosa para poder asistir y disfrutar de todas las cosas a las que te invitan.

¿Te suenan estas cosas? Déjanos tu opinión en los comentarios.

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Fuente: Metro Imagen de portada: María Pérez para Rolloid
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