La flor, como órgano reproductivo, evolucionó con un propósito primario en mente: atraer a los polinizadores, ya sean insectos o pájaros. Esta función ha impulsado su asombrosa explosión evolutiva para adquirir distintos colores y formas, algunos de los cuales incluso han llegado a parecerse a varias figuras, plantas o animales reconocibles.
Los colores de estas extravagantes orquídeas atraen insectos y pájaros, lo que indica que estas flores están llenas de un néctar sabroso. Sus formas, por otro lado, a menudo evolucionan para atraer o acomodar polinizadores específicos mientras disuaden a los parásitos u otros polinizadores menos deseables. Algunas flores son más acogedoras para las abejas, mientras que otras son perfectas para colibríes u otros insectos.
Sus impresionantes colores y biodiversidad también han atraído a otro tipo de criaturas: nosotros. Los amantes de las orquídeas valoran las flores como estas por su parecido con otros objetos reconocibles que, si bien son una coincidencia, ¡son definitivamente entretenidos!
Echa un vistazo a las flores que parecen otra cosa distinta: