Existe este refrán: «El silencio es oro a menos que tengas un niño pequeño. En ese caso el silencio es muy sospechoso», y eso es justo lo que estas imágenes nos muestran.
Ni siquiera sabemos de qué son capaces esos pequeños ángeles salvajes hasta que lo vemos con nuestros propios ojos. ¿Tus hijos te han sorprendido de esta manera poco agradable pero muy graciosa? Si es así, comparte las imágenes para que todos podamos disfrutar de ellas.