10 Trucos cotidianos que pudieron utilizar nuestros abuelos

Las generaciones del pasado vivieron sus vidas con sus propios trucos cotidianos. No disponían de internet para poder responder una pregunta que necesitaba una respuesta urgente, en lugar de eso tenían que confiar en sus instintos y en su buen juicio para poder salir de los aprietos. Lo bueno es que muchos de los trucos que practicaban en aquel entonces pueden ser utilizados hoy en día.

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Durante los últimos 100 años han aparecido multitud de avances en la tecnología, y aún así, hay muchas cosas que son mejor hacerlas a la antigua usanza. ¿No te lo crees? Descúbrelo por ti mismo.

1- Riego de plantas "automático"

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Si alguna vez tienes que ausentarte bastante tiempo de casa y no tienes a nadie que te riege las plantas, no te preocupes más. Solo tienes que colocar un recipiente con agua al lado de la panta y algunos hilos que conecten el agua con la tierra cercana a las raíces de la misma.

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De esta manera, la planta podrá obtener el agua a través de los hilos por sí sola. Este sistema funciona igual de bien que los caros y sofisticados sistemas de riegos de lujo por mucho menos dinero.

2- Guardar huevos durante 6 meses

Coloca una capa de sal gorda en una nevera, a continuación, cubre los huevos con manteca u otro tipo de grasa y entiérralos en la sal. Crea tantas capas como necesites y almácenalo en un lugar frio y seco como puede ser un sótano.

Este método era muy utilizado cuando la refrigeración moderna no estaba muy extendida y la gente necesitaba almacenar grandes cantidades de huevos sin que se echasen a parder con el tiempo.

3- Usa tocino para eliminar astillas

Antes de ir a la cama, coloca con ayuda de una tirita un trozo pequeño de grasa de tocino crudo en el lugar donde tengas una astilla que no quiere salir. Por la mañana, la astilla habrá salido hasta la superficie, o incluso puede que haya quedado incrustada en la grasa.

4- Rebana un pan con un cuchillo caliente

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Antes de que el pan de molde cortado fuese inventado, cortar finas rebanadas era todo un desafío a menos que sumergieses el cuchillo de sierra en una olla de agua hirviendo y lo secases para utilizarlo aún caliente y cortar el pan como quisieses.

5- Corta los estropajos de cocina a la midad

No sólo conseguirás que la esponja te dure más, sino que así se secará con más rapidez, reduciendo la probabilidad de que crezca moho en ella. Las personas que han vivido tiempos difíciles conocen la necesidad de poner en práctica cualquier idea que suponga un ahorro de dinero.

6- Usa pasta de dientes para limpiar la plata

La plata envejece con el tiempo, por lo que no siempre luce con el mismo brillo del primer día. Si ves que tu collar de plata está sucio, frótalo con pasta de dientes, enjuágalo y sécalo. Cuando termines, verás que parece como nuevo. Nuestros abuelos usaban el mismo truco cuando querían abrillantar la cubertería de plata que tenían guardada para ocasiones especiales.

7- Convierte tus viejos calcetines en nuevos trapos de limpieza

¿Tienes algún calcetín que haya perdido su pareja? Esta solución hará que tu calcetín vuelva a serte de utilidad. Antes de tirarlo a la basura, utilízalo como trapos para el polvo y evita de esta manera gastar dinero tontamente al comprar uno nuevo en el supermercado.

8- Enfría el vino con un paño de cocina

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Si se te ha acabado el vino frío en una fiesta y necesitas servir algunas copas más, envuelve un paño de cocina mojado y mételo en el frigorífico un par de minutos. Con este pequeño truco conseguirás que la botella se enfríe en mucho menos tiempo.

9- Revive las flores marchitas con agua hirviendo

Cuando las flores comienzan a marchitarse, hierve un cazo con agua y corta los tallos en un ángulo de 45º. A continuación, sumérgelas en agua hirviendo durante 30 segundos y devuélvelas a su recipiente con agua a temperatura ambiente. Tras algunas horas, las flores mostrarán un cambio considerable.

10- Utiliza la secadora con ropa que no puede ser secada en la secadora

Pero sólo hazlo solo durante cinco minutos. Después, tiéndelas para que se sequen de forma normal, de esta manera a la ropa no le saldrán arrugas y no tendrás que plancharla.