La arquitectura es un ente extraño y ajeno para la mayoría, y cuando una obra tarda 7 años más de lo esperado en construirse y cuesta 10 veces más de lo previsto, muchos se echan manos a la cabeza, pero en este caso, al espera ha merecido la pena.
La nueva sala de conciertos de Hamburgo es una obra de ingeniería que poco dejaba a la incertidumbre. Con más de 2.100 localidades, el auditorio diseñado por Herzog y Meuron ha dejado a todos sin palabras con los algoritmos usados por Yasushisa Toyota para llevarlo a cabo.
El Elbphilhamonie: el nuevo auditorio de Hamburgo
Más de 2.100 asientos por 700 millones de euros
¿A cuánto se tiene que vender la butaca para recuperar la invensión?
El presupuesto original era de 69 millones
Pero ha merecido la pena el coste
Herzog y Meuron también diseñaron la Tate Modern de Londres
Uniendo fuerzas con el ingeniero japonés Yasuhisa Toyota, diseñador del auditorio Walt Disney en Los Angeles.
El diseño y los algoritmos iban de la mano
Para diseñar más de 10.000 paneles acústicos únicos e irrepetibles.
Cada panel tiene más de un millón de celdas
Hechos de fibra de yeso, los paneles contienen estas celdas repartidas por techo, paredes y balaustradas del techo del auditorio central para absorber y repartir el sonido por toda la sala.