Normalmente tu sonrisa es lo primero que otra persona percibe de ti. Tus dientes están ahí, a la vista de todos, causando una buena o mala impresión de ti.
Pero hay más, se ocupan de masticar y triturar todas las comilonas que nos damos a lo largo del día sin darnos cuenta. Es por eso que aunque nunca pensemos en ello, los dientes desempeñan un papel importantísimo en nuestra vida cotidiana, y por tanto necesitan nuestra atención.
¡Cuida de tus dientes y ellos cuidarán de ti!
1- El secreto de unos dientes sanos y fuertes es el flúor.
Se ha demostrado que el flúor previene las caries y contribuye a que los dientes tengan una vida larga y sana. Es por eso que las dentífricos y los enjuagues bucales lo contienen en su composición. Pero resulta fundamental no abusar de él, siempre en su justa medida tal y como lo recomiendan los dentistas.
2- La placa se convierte en sarro cuando se endurece en los dientes.
Y es mucho más difícil de eliminar. La placa proviene de las bacterias, los ácidos, la saliva, la comida y se adhiere a tus dientes, cepillándonos los dientes logramos despegarla. Cuando se endurece y se convierte en sarro, solo un dentista podrá eliminarla.
3- Comer o beber demasiado a menudo pone en riesgo tus dientes.
Mientras más tiempo estén en contacto los alimentos que tomes con tus dientes, mayor será la oportunidad de que se depositen bacterias en ellos.
4- Una boca seca aumenta el crecimiento de bacterias.
La saliva da un poco de grima pero es buena para tu boca. Ayuda durante el proceso de masticado de las comidas, incluso nos ayuda después de que hayamos comido, neutralizando los ácidos y previniendo el crecimiento de bacterias.
5- El azúcar puede ser perjudicial
Ya sabes que debes evitar los azucares todo lo posible. Un estudio de Inglaterra demuestra que el azúcar es el único elemento que afectan muy negativamente a tus dientes. Esto se debe a que las bacterias utilizan los azúcares para producir ácidos que son los que más tarde nos producen agujeros en los dientes.
6- Cepíllate los dientes dos veces al día.
Si tomas alguna bebida con ácidos, espera media hora antes de cepillarte los dientes. Los ácidos debilitan el esmalte, por lo que cepillarte los dientes demasiado pronto podría ser contraproducente.
7- Hay una forma correcta de cepillarte los dientes.
Realiza un movimiento con forma de 'C'. No aprietes demasiado o podrías dañarte las encías.
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8- Visita al dentista de forma regular.
Probablemente no te entusiasme demasiado, pero una visita al dentista cada seis meses mantendrá a tus dientes sanos.
9- Las caries en los dientes es la enfermedad más común en los niños.
Pensamos que no será un problema porque tarde o temprano perderán sus dientes de leche, pero los hábitos (buenos o malos), se prolongan hasta la edad adulta. Más de dos tercios de los jóvenes de 16-19 años tienen alguna caries en sus diente.
10- Un cepillado demasiado fuerte puede perjudicar más que ayudar.
Cepillarte los dientes con demasiado entusiasmo puede ayudar a eliminar el esmalte, incluso puedes dañar tus encías y hacer que sangren.
11- Los dientes son únicos.
Nadie más tiene dientes como los tuyos, ocurre algo parecido con las huellas dactilares. Tus dientes pueden ser utilizados para identificarte, ni los gemelos poseen dentaduras iguales.
12- La gingivitis puede provocar la perdida de los dientes, o incluso peor.
Normalmente la gingivitis se identifica con encías inflamadas y sangrantes. Es fácil de tratar cepillándose los dientes y utilizando hilos dentales, pero si se deja en el olvido puede degenerar en una enfermedad periodontal y hacer que tus encías se separen de los dientes. Otras complicaciones que se han asociado con la gingivitis son: diabetes, ataques cardíacos, enfermedad pulmonar...
Así que vale la pena tomar el cuidado de sus dientes!
