Es probable que hayas oído hablar de la dislexia, la dificultad de aprendizaje que afecta a la capacidad de leer y escribir, sin embargo, seguramente nunca hayas oído hablar a su equivalente en matemáticas, la discalculia.
Una gran parte de la falta de familiaridad con la discalculia se debe a la mala relación que solemos tener con los números y a una cultura que tiene la arraigada creencia de que las matemáticas son más difíciles en comparación a la lectura, afirma el Dr. Gavin Price, profesor de la Universidad de Vanderbilt.
Hasta cierto punto se toma como normal tener dificultades con los números, es por eso que además de faltar concienciación sobre la discalculia, las investigaciones destinadas a su comprensión lleva más de dos décadas de retraso con respecto a su equivalente, la dislexia. Cualquier persona se avergonzaría al afirmar que es un negado para la lectura, por el contrario, el número de personas que afirma ser nulo con las matemáticas sin ningún remordimiento es realmente escandaloso, añadía el Dr. Edward Hubbard, profesor de la Universidad de Wisconsin.
A continuación te mostraremos algunos aspectos de interés sobre la discalculia. ¿Preparado? 1- El término discalculia fue acuñado en la década de 1940 pero no fue plenamente reconocido como tal hasta 1974 gracias al trabajo del investigador checoslovaco Ladislav Kosc [the_ad_placement id="social-sharing"]
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Kosc lo definió como "dificultad del funcionamiento matemático como resultado de un trastorno del procesamiento matemático de origen cerebral sin compromiso de otras áreas del aprendizaje", es decir, eres malo para las matemáticas porque algunas partes de tu cerebro no funcionan correctamente, pero no se debe a ninguna otra deficiencia mental. Hoy en día, algunas comunidades de investigación también utilizan el término "dislexia matemática" o "discapacidad para el aprendizaje de las matemáticas" para referirse a este trastorno.
2- Existen dos tipos de discalculia
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La mayoría de las personas diagnosticadas con el trastorno sufren discalculia de desarrollo, es decir, nacieron con ella. Por otra parte, y en menor medida, existe lo que se conoce como la discalculia adquirida, que es cuando el trastorno surge más tarde, por lo general como resultado de una lesión cerebral.
3- Que tengas dificultades con los cálculos no significa que sufras discalculia
Theatlantic
Esta discapacidad tiende a impedir habilidades más básicas. Alguien que sufre discalculia tendrá dificultades para resolver problemas aritméticos básicos del estilo: 5 + 2 = 7. En algunas ocasiones incluso les sería imposible decidir si 7 es mayor que 5.
4- Se piensa que la discalculia se origina en el lóbulo parietal del cerebro
Dayherald
¿Qué causa la discalculia? Hasta la fecha, la teoría más popular sostiene que la discalculia está relacionada con una incapacidad para juzgar cantidades, una habilidad que reside en el lóbulo parietal de nuestro cerebro.
5- Los investigadores han sido capaces de inducir la discalculia en algunos pacientes
Estudiacurso
En 2007, un grupo de investigadores de la Universidad College de Londres fueron capaces de inducir discalculia temporal en unas personas mediante estimulación magnética transcraneal. En el estudio, los investigadores estimulaban el lóbulo parietal derecho de los sujetos mientras estos comparaban cantidades. Tras la estimulación, los pacientes tenían dificultades para decidir si una cantidad era más grande que otra.
6- La discalculia puede manifestarse de diferentes formas
Definicionabc
Aunque la investigación anterior muestra que la discalculia está estrechamente asociada con problemas en el lóbulo parietal que afecta al sistema de numeración, investigadores como Hubbard piensan que algunas de las personas afectadas con discalculia pueden expresar el trastorno de forma diferente.
"El problema puede que no esté en el sentido numérico en sí mismo, sino en la relación de los símbolos numéricos con el sentido numérico", dice Hubbard. "Tal vez sea diferente para cada persona. Tal vez haya un subgrupo de personas que tienen dificultades en el propio sistema de numeración mientras que hay otras que tienen dificultades con la simbología".
7- La discalculia aparece en la cultura pop
Phactual
Si bien es verdad que existen muchos más personajes disléxicos en la cultura popular, también existen algunos ejemplos de discalculia que quizás hayas pasado por alto. En la serie canadiense "Degrassi: The Next Generation" podemos recordar a Liberty Van Zandt teniendo problemas con las matemáticas, mientras que los fans de "X-Men" sabran que Júbilo, la compañera de Lobezno, es una genio en la manipulación de productos pirotécnicos pero un desastre con los números.
8- La discalculia no distingue entre géneros
Lovepanky
"Mi sensación es que está realmente parejo. Sin embargo, creo que no se ha indagado tanto en este aspecto como ha ocurrido con la dislexia donde existen bastantes pruebas que demuestran que los chicos son más propensos a sufrir dislexia respecto a las chicas", afirmaba Hubbard.
9- Sin embargo, existen algunos grupos de riesgo
Different
Las personas con el síndrome de Turner, epilepsia y el síndrome del cromosoma X frágil son más propensos a sufrir discalculia. También tienen más probabilidades de sufrir esta enfermedad aquellas personas que sufran trastorno de déficit de atención e hiperactividad, si la madre consumió alcohol durante el embarazo, o si nacieron prematuramente.
10- Puede ser difícil de diagnosticar
Avecesnospasa
"Una de las razones por la que la discalculia no ha recibido la misma atención que la dislexia es porque se trata de un trastorno altamente comórbido", dice Price. "Muy a menudo, las personas que tienen problemas con las matemáticas tienen también problemas con otra serie de cosas".
11- No existe una cura para la discalculia
Desehadas
"Las personas que sufren discalculia también pueden aprender matemáticas aunque tengan que luchar continuamente con las dificultades que se le presentan a causa de sus diferencias neurológicas. Por suerte, utilizamos otras parte del cerebro cuando aprendemos matemáticas, por lo que no todo está perdido", dice Price.
La detección temprana es clave para ayudar a los niños a lidiar con la discalculia. Para los adultos un cambio de actitud puede ser el primer paso para superar los obstáculos que este trastorno acarrea.
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