10 Típicas cosas que hacen nuestros vecinos y por las que todos les odiamos

10 Típicas cosas que hacen nuestros vecinos y por las que todos les odiamos

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Vecinos tenemos todos y también lo somos todos, salvo que seas el abuelo de Heidi. En este artículo verás que no estás sólo ante los incomprensibles comportamientos de tus compañeros de edificio, nos pasa a todos. ¡Telita con la vecindad que tenemos!

Las 10 cosas que no soportamos de nuestros vecinos

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Ya sea en una finca de pisos, en la residencial calle de adosados, en la clásica callejuela de pueblo o en los patios interiores de las casas. Todos, repito, todos tenemos vecinos y en algún momento nos han ocurrido cosas que ganas nos han dado de irnos a vivir con el abuelito a Los Alpes.

De las decena de cosas típicas, unas más comunes y otras más extravagantes, lo más llamativo es que casi todas vienen del piso de arriba o del vecino de al lado; pero, ¿y si tú eres precisamente el protagonista de todas estas quejas que a continuación expongo? ¡Junta urgente!

Junta de vecinos en Aquí no hay quien viva, Antena 3

1- El de arriba, ¿Pero qué está arrastrando, Dios mío?

Este es uno de los grandes clásicos. Estás en tu sofá tranquilamente a punto de pegar el coscorrón con la película de Antena 3 de fondo, la tranquilidad pulula por cada espacio de tu salón y la baba empieza a asomarse al fresco de tus comisuras cuando de repente... ¡¡¡RRRRRR!!!! Sí, es el vecino de arriba. Y ahora a ver quien es el guapo que coge el sueño..

2- Los de al lado: debates a altas horas de la madrugada

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Ya sea para deliberar quién es más guarro de los dos o a quién le tocaba hacer el baño, la cuestión es que existe esta tipología de vecino ¡Por ley! El que tiene instalado un amplificador de alta gama en su garganta y que, ya pueden ser las cinco de la tarde o las cuatro de la mañana, que el tono de voz va a ser igual de alto Y MOLESTO.

3- Los que se montan un concierto en casa

"Que pongan la música tan desmesuradamente alta que haya que ir a decírselo, no se como pueden aguantar eso!!", comenta indignada Verónica Escobar en la red social. Por supuesto otro clásico, el de los vecinos sordos o con síndrome de altavoz de campo de fútbol. La cosa es que si encima vas a decirle que la baje, no sólo no la baja, sino que la sube. Ahora, ¡hazlo tú! verás el pollo que te monta.

4- El ascensor de la censura

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Cuántas y cuántas veces nos hemos pegado con la puerta del ascensor en la cara porque el del cuarto C o el del ático 2 "no se dio cuenta" de que estabas ahí. Te saludó, se quejó por los ladridos del perro, te devolvió una carta de la luz extraviada en su buzón ¡PERO NO TE VIO! Tipiquísimo. Este es de los casos en que siempre se la devuelves cuando tomas el poder del ascensor al día siguiente (lo bien que te sientes cuando subes y se queda en tierra).

5- ¡La mirilla que todo lo ve!

Esto es un claro guiño a Las Supernenas de Aquí no hay quien viva o de La que se avecina. Un mítico, un clásico que nunca caerá. Esa vecina viuda o desempleada, que ya ha limpiado tres veces la mesa de la cocina y ha barrido 35 veces la salita donde ve el Sálvame, ¿Qué le queda? Asomarse a la mirilla porque ha oído el ascensor, ¿De dónde vendrá el de segundo A?, ¿Qué mueble ha cambiado la del descansillo?, ¿Qué les pasa a los nuevos de enfrente? Cuánta plancha.

6- La de arriba: lluvia de ropa

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"Que no le pone pinzas a la ropa y siempre me encuentro una sábana en el jardín; tira hasta colillas", dice Azahara Estrada sobre su querida, adorada y elegante vecina de arriba. Lo peor es que dice que encima se enfada porque le devuelve las sábanas manchadas de tierra.

¡Pero señooooora! Las pinzas, esas grandes desconocidas. Estrada asegura que el mejor día junta las colillas y las envuelve en las sábanas que se caen para entregarle el pack completo.

7- Los que te dan órdenes de usos de zonas comunes

Vale, a lo mejor este caso es muy extremo, pero ¡vaya tela, caballero! Normalmente este perfil responde a ese señor mayor, a punto de jubilarse o recién jubilado que obligatoriamente lee la prensa escrita cada mañana, sale a por el pan y revisa milímetro por milímetro los desperfectos que nadie ve, pero que él sí. Todo un clásico también.

8- ¡Paz y amor!

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"Los del tercero, que estando en un bajo, me llegó el olor a hierba que tuve que cerrar todo porque pensaba que hasta el perro se me colocaba", comenta María Doblas. Sí, habla de ese perfil de vecinos que usa la cachimba aliñada o los porros cual cafetera diaria usamos nosotros. Hay edificios que el olor habitual es a marihuana y no al que debe ser: a cañería y humedad, de toda la vida de Dios.

9- Los de la cocina campera

Esto pasa menos, pero aseguramos que pasa. Cuántas broncas no se habrá llevado el del bajo A por usar la barbacoa con sus amigos y ahumar a las 5 plantas de arriba, por supuesto, mientras miran celosos el chuletón de buey del carnicero de la esquina. Cuántas veces no ha sido esto el primer punto del día en las juntas de vecinos ¡Cuántas, querido Presidente!

10- El de los ruidos extraños, misteriosos, recónditos

"Tengo un vecino que todas las noches parece un gato echando bolas de pelo por la boca. De estos ruidos que hace la gente cuando escupe y parece que no quieren dejarse nada dentro, ¡Pues a eso me refiero!", se desahoga Borja Rodríguez de forma escatalógica, pero lo hemos entendido a la perfección.

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Sí, ese perfil de vecino además es el típico que no se le puede decir nada porque NO LE CONSTA lo que dices, aunque lo grabes. Lo sentimos si lo tenéis a vuestro lado.

Prometemos una segunda parte, pero ¿qué es lo que más odias de estos diez comportamientos típicos de vecinos?

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