A pesar de ser los mejores amigos del hombre, los perros no son tan populares como los gatos cuando se trata de Internet y de vídeos y noticias virales. Los gatos tienen un atractivo natural que nos hace sentirnos identificados a veces, y además la mayoría de los vídeos nos hacen reír.
Hay algunas claves más que nos explican por qué a pesar de tener perros nos suelen gustar tanto los gatos. Te las contamos a continuación.
¿Por qué adoramos a los gatos?
1- A menudo son nuestra conexión con la naturaleza
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Cuando vivimos con un gato, psicológicamente es como si viviéramos con un pequeño puma o lince. Los humanos de hoy día tienen el mismo instinto que nuestros ancestros, por lo que la naturaleza suele hacernos felices. Los gatos son nuestra forma de recordarnos que hay un mundo fuero de nuestras ciudades y la comodidad de nuestras vidas diarias.
2- La confusión de los gatos con la vida real nos representa
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Los humanos son más inteligentes que los gatos, pero eso no significa que entendamos algunas cosas mejor de lo que ellos lo hacen. La sociedad nos ha enseñado a seguir las reglas y a menudo lo hacemos pero lo cierto es que los gatos no son tan respetuosos como nosotros. Esto explica por qué cuando vemos a un gato tirar un vaso de agua o hacer alguna fechoría nos reímos, porque en el fondo a ninguno nos gusta seguir todas las reglas.
3- Los gatos no nacieron para vivir en interiores
Cuando veas a tu gato saltar sobre la encimera de la cocina o correr como loco por la casa recuerda que es un animal salvaje. No son como los perros que están acostumbrados a vivir en interiores. Esta es la razón por la que le intrigan cosas como la televisión o los objetos que les rodean. No comprenden porque esa caja emite imágenes tan rápidas o porque no puede saltar donde quiera, es su naturaleza.
4- Los humanos no nacieron para vivir encerrados tampoco
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Al igual que ocurre con los gatos, los humanos no crecieron rodeados de paredes o de techo. De ahí que una parte de nuestro subconsciente nos haga adorar la naturaleza y las excursiones pero también hacemos otras cosas como ser curiosos, tocar todo lo que nos dicen que no deberíamos tocar o molestar al que está sentado a nuestro lado.
5- Les encanta observarte
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Los gatos dominantes marcan su territorio dejando sus heces al descubierto mientras que si no son dominantes las entierran. Se supone que en tu casa tú eres el gato dominante, de ahí que entierren las heces en su caja de arena pero a veces prefieren observarte mientras tú estás en el baño intentando hacer tus necesidades ya que así comprueban con el olor si eres o no el gato dominante.
6- Los gatos piensan que somos tontos
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Los gatos nos tratan como gatos aunque seamos humanos y dependan de nosotros para cosas tan básicas como el agua o la comida. Son animales solitarios y territoriales por lo que a menudo se preguntan por qué nosotros actuamos como lo hacemos. Se ha demostrado que hacen numerosas cosas sólo por fastidiar a los humanos y para saber que tienen el control como esa necesidad de querer salir al jardín sólo para volver cinco minutos más tarde.
7- A veces no nos soportan
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Los vídeos de gatos maullando son muy populares en Internet pero lo cierto es que no lo hacen por diversión sino es su muestra de que no saben cómo lidiar ni comunicarse con nosotros. Muchas veces intentan comunicarse con nosotros mediante el lenguaje corporal de ahí que hagan extraños gestos cuando los miramos fijamente.
8- Parejas extrañas
Muchos de los vídeos que son populares en Internet tienen como protagonistas a un gato y a algún otro animal. De hecho cuanto más extraño sea el animal más popular se hará el vídeo. Esto se debe a que, además de ser adorable, el hecho de que los gatos sean normalmente tan inquebrantables lo hace más divertido de ver.
9- La evolución nunca les hizo amables para los humanos
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Los perros han sido domesticados durante cientos de años pero los gatos no siempre han sido un animal doméstico. Por ello hoy día es normal que los perros vivan con nosotros y se adapten pero con los gatos es más complicado. De ahí su actitud siempre rebelde.
10- A veces pensamos que son como los humanos
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Aunque nunca tenemos razón. Atribuir cualidades humanas a nuestras mascotas es un rasgo mucho más común de lo que pensamos pero la mayoría de las veces es una equivocación hacerlo.
