Todos tenemos en la cabeza alguna imagen de gente realizando pruebas físicas agonizantes, que resulta increíble que se puedan llevar a cabo. Aunque muchos individuos nos demuestran que con dedicación y entrenamiento prácticamente cualquier cosa es posible.
Estas 10 personas llevaron a cabo impresionantes hazañas que demuestran la resistencia humana
48 horas de realidad virtual
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A principios de enero de 2016, Thorsten Wiedemann, director artístico de un festival de juego alemán, se enganchó en una plataforma de realidad virtual HTC. Se instaló en un entorno digital totalmente envolvente, donde permaneció durante dos días completos. Wiedemann llenó su tiempo virtual con una gran de actividades virtuales. Parte de la idea detrás de esta experiencia fue ver lo que sería conciliar el sueño y despertar en la realidad virtual.
22 minutos bajo el agua, sin aire
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Con un doctorado en medicina, maestría en el arte del yoga, Stig Severinsen ha dedicado gran parte de su vida a respirar. Su profesión consiste en enseñar a las personas a respirar mejor. En 2012 rompió un récord que es muy difícil que se vuelva a superar: se sumergió durante 22 minutos completos. Pero no es el único récord que ha batido. En 2010, con la ayuda de un traje de baño y gafas, Stig nadó 72 metros bajo el hielo.
86 horas corriendo
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En 2012, el neozelandés Kim Allan hizo el intento de batir el récord de los 486 kilómetros logrados por Pam Reed. A pesar de correr durante 85 horas, no pudo. Sufrió terribles alucinaciones y perdió todas las uñas de los pies. Al año siguiente volvió a intentarlo con éxito, cubrió 499 kilómetros en poco más de 86 horas.
264 horas sin dormir
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En el año 1965, un estudiante de secundaria llamado Randy Gardner, bajo la supervisión de investigadores de la Universidad de Stanford, estableció un récord que no ha vuelto a ser batido hasta el día de hoy por múltiples razones: se quedó despierto, sin uso de estimulantes, más de 11 días consecutivos. Las consecuencias físicas y mentales para Randy fueron bastante graves. Empezó a tener dificultad para hablar y coordinar a partir del tercer día, y alucinaciones y paranoia a partir del quinto día.
438 días viviendo en el espacio
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Cuando el astronauta estadounidense Scott Kelly regresó a la Tierra después de 340 días a bordo de la Estación Espacial Internacional a principios de 2016, estableció el récord de los Estados Unidos de estar muchos días consecutivos en el espacio.
Valeri Polyakov, entre 1994 y 1995 registró la friolera de 438 días consecutivos a bordo del MIR. Increíblemente, cuando su nave aterrizó, tras una evaluación física y mental, comunicaron que estaba en excelentes condiciones.
73 días bajo el agua
El Jules Undersea Lodge, frente a la costa de Key Largo, Florida, es el único hotel submarino del mundo. A finales de 2014, los biólogos Bruce Cantrell y Jessica Fain completaron una estancia de 10 semanas en él.
42 minutos sin pestañear
En el Territorio del Norte de Australia, se celebró en 2011 una competición para recaudar dinero para un chico local que necesitaba una silla de ruedas. Participaron desde niños hasta adultos. Los dos últimos en permanecer fueron Fergal Fleming y Steven Stagg, quienes superaron el anterior récord. Finalmente ganó Stagg, quien estuvo 41 minutos y 59 segundos sin pestañear.
11 horas de partido en el Campeonato de Wimbledon
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En 2010, John Isner derrotó a Niclas Mahut en Wimbledon, tras un partido que tuvo que ser interrumpido a causa de la oscuridad no una, sino dos veces. El partido se prolongó la friolera de 11 horas y 5 minutos.
76 horas en vuelo continuo
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El Solar Impulse 2 es una maravilla tecnológica, un avión alimentado por energía solar con más de 17.000 células capaces de llevar a cabo un vuelo, prácticamente sin fin. A parte de las condiciones climáticas, lo único que evita que permanezca en el aire indefinidamente es la resistencia de los pilotos.
Andre Borschberg aplastó todos los registros anteriores, con un alucinante vuelo continuo de 76 horas, entre Japón y Hawai.
15 días (o más de 70 años) sin comida ni agua
Prahlad Jani es un anciano indio que ha profesado una especie de aversión a la comida y la bebida. Ha afirmado que él no los necesita en absoluto. En 2010, con 82 años, estuvo bajo observación en el hospital Sterling, en Ahmedabad, India. Durante 15 días no bebió agua ni consumió ningún alimento; ni orinó ni defecó. En un estudio más reciente, el Sr. Jani afirmó no haber tomado ningún alimento o bebida en más de 70 años.
