Las personas que se encargan de educar a los más pequeños tienen posiblemente uno de los trabajos más importantes del mundo y, quizás, también uno de los más graciosos. De ellos depende en gran medida que las generaciones del futuro se conviertan en personas de provecho y mejoren la sociedad actual.
Sin embargo, a pesar de desempeñar una tarea tan importante, los profesores también disfrutan de momentos divertidos o vergonzosos junto a sus alumnos que nunca olvidarán. Convivir con niños hace que vivas todo tipo de situaciones y sorpresas, así que prepárate para echarte unas risas.
Estas son algunas de las historias más divertidas vividas por el profesorado:
1- Perfecto entendimiento de la biología
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Durante una clase de educación sexual para alumnos de segundo de la E.S.O pregunté: "¿Qué le sucede a una chica durante la pubertad?" Al ver que nadie sabía qué responderme, decidí reformular la pregunta: "¿Qué les sucede a las chicas a medida que maduran?" Entonces un estudiante se animó y respondió: "Empiezan a llevar bolso".
2- Niño sabelotodo
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¿Qué es un evangelista? Estudiante: Alguien que toca el evangelo. Maestro: ¿Por qué los peces de agua dulce no pueden vivir en agua salada? Estudiante: La sal les subiría la tensión.
Maestro: Alba fue a la biblioteca a las 5:15 y salió a las 6:45. ¿Cuánto tiempo estuvo en la biblioteca? Estudiante: No demasiado.
Maestro: ¿Cómo llamamos al grupo de estrellas que forma una imagen imaginaria en el cielo? Estudiante: Una consternación.
3- Taquilla de la muerte
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Caminando por los pasillos de la escuela vi al maestro suplente de pie frente a una de las taquillas. Entonces le oí murmurar: "¿Cómo te metiste en esto?"
Sabiendo que le habían asignado una clase difícil, traté de ofrecerle apoyo moral. "¿Estás bien?" Le pregunté. "¿Puedo ayudar?" Entonces levantó la cabeza y respondió: "Estaré bien en cuanto saque a este chico de su casillero".
4- Listos desde pequeños
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Hace poco le pregunté a uno de mis alumnos dónde estaba su tarea. Él respondió: "Todavía está en mi lápiz".
5- Alumnos rencorosos
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Hace poco me encontré con un antiguo alumno que me dijo: "Siempre me gustaste porque nunca tuviste favoritos. Fuiste mala con todos por igual".
6- Alumnos demasiado sinceros
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Durante mi primera reunión con estudiantes con discapacidad física les aseguré que todas las personas tienen algún que otro defecto. "Miradme a mí", les dije. "Mis ojos están tan mal que tengo que usar gafas y tengo que utilizar audífonos porque no puedo oír a pesar de lo grandes que son mis orejas". Entonces un chico añadió: "Y tu nariz, también tienes la nariz fea".
7- La bibliotecaria más culta
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Cuando nuestra bibliotecaria anunció que se cambiaría de escuela, le pregunté a uno de mis alumnos: "¿Por qué crees que la Sra. Eva se marcha?" A lo que él respondió: "¿Porque se ha leído todos nuestros libros?".
8- Las matemáticas siempre son demasiado difíciles
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Al revisar los símbolos de matemáticas con mis alumnos, dibujé en la pizarra un signo de "mayor que" (>) y uno de "menor que" (<) y pregunté: "¿Alguien recuerda lo que significan estos símbolos?", entonces un chico levantó la mano con confianza y respondió: "Uno significa avance rápido y el otro significa rebobinar".
9- Multa pagada
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Un coche de policía hizo que detuviese mi coche frente al instituto donde enseño. Mientras que el agente me pedía la licencia de conducir y los papeles del coche, mis alumnos comenzaron a pasar detrás de mí.
Como era de esperar, las burlas no tardaron en llegar. Algunos se reían, otros se paraban a cotillear y otros me reprochaban no saber conducir. Finalmente el agente me preguntó si yo trabajaba en la escuela, a lo que le contesté que sí. "Creo que ya pagaste tu deuda con la sociedad", concluyó con una sonrisa y se fue sin multarme.
10- Demasiado viejo para estas cosas
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Interpretar una pieza de Mozart iba a ser el punto culminante de mi clase de coro del instituto. Sin embargo, tras demasiados intentos sin resultados, una alumna exasperada levantó la mano y me dijo: "Sra. Carmen, queremos cantar canciones de nuestra generación, no de la tuya."
