Cuando hablamos de niños mentalmente fuertes no nos referimos a aquellos que no llorarán cuando estén tristes. Ser mentalmente fuerte no te hace inmune a las dificultades ni reprime tus emociones, simplemente te ayuda a recuperarte de los contratiempos y te da fuerza para seguir adelante. Esto les ayudará a alcanzar su mayor potencial en la vida. Pero para ello, los padres tienen que evitar algunas actitudes.
10 Cosas que se niegan a hacer los padres que tienen niños mentalmente fuertes
1- Omitir la culpabilidad
Debes enseñarle a tus hijos que sentirse culpable no es algo malo. Que aunque te sientas culpable a veces, no puedes permitir que eso te impida tomar decisiones acertadas.
2- Tomar decisiones por miedo
Mantener a tus hijos protegidos puede evitar mucha ansiedad pero darles demasiada seguridad les enseña que deben evitar el miedo en todo momento y no debe ser así. Tienes que mostrarles que lo mejor para vencer el miedo es enfrentarse a él. Céntrate en criar a niños valientes que estén dispuestos a salir de sus zonas de confort.
3- Ser perfecto
No debes esperar que tus hijos sean perfectos. Enséñales que fallar y no ser bueno en todo está bien. Deben esforzarse por ser la mejor versión de sí mismos, en lugar de intentar ser los mejores en todo lo que hacen.
4- Evitar que tus hijos cometan errores
Corregir los deberes, comprobar que llevan el desayuno y recordarles de forma constante que tienen que hacer los deberes no es bueno. Debes dejar que se equivoquen y mostrarles como pueden aprender de sus errores. Se volverán más sabios y fuertes.
5- Ir por el camino fácil para evitar molestias
Será mucho más fácil si cedes ante un niño quejumbroso pero esto inculcará hábitos malos en tus hijos. Debes resistirte a estos atajos tan tentadores y enseñarles que son lo suficientemente fuertes como para perseverar.
6- Consentir una mentalidad de víctima
Perder un partido de tenis o suspender un examen de matemáticas no convierte a un niño en víctima. La injusticia, el fracaso y el rechazo forman parte de la vida. Enséñale que por muy duras que sean las circunstancias, siempre existe una forma positiva de afrontarlas.
7- Hacer que los hijos sean el centro del universo
Si haces que tu vida gire en torno a ellos, crecerán pensando que todos deberían atenderlos. Esto no está bien ya que los adultos con esta forma de ser no llegan muy lejos. Enséñales lo que tienen para ofrecer al mundo, en lugar de enseñarles lo que pueden obtener de él.
8- Darle poder a tus hijos
Nunca debes dejar que tus hijos decidan qué va a comer la familia o dónde os vais de vacaciones. Esto le daría más poder del que están preparados para manejar y les roba fuerza mental. Deben tomar decisiones simples, pero siempre manteniendo una clara jerarquía familiar.
9- Protegerlos del dolor
La tristeza, la ansiedad y el dolor forman parte de la vida por lo que debemos dejar que los niños experimenten estos sentimientos. Proporciónales el apoyo y la orientación que necesitan para lidiar con el dolor. Con esto ganarán confianza en su capacidad de manejar las dificultades de la vida.
10- Confundir disciplina con castigo
El castigo implica que el niño sufra por ser malo mientras que la disciplina les enseña cómo mejorar en el futuro. Debes educar a un niño a que desee tomar buenas decisiones, no que tema meterse en problemas. Las consecuencias de sus acciones deben ayudarlos a desarrollar su autodisciplina.
Recuerda darle todos esos valores que aprecias a tus hijos para que crezcan con la fuerza suficiente para afrontar todo lo que puedan encontrarse en la vida.
