10 Extrañas y macabras víctimas de asesinatos que acabaron resolviendo ellas mismas sus propias crímenes

10 Extrañas y macabras víctimas de asesinatos que acabaron resolviendo ellas mismas sus propias crímenes

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En algunas ocasiones, el sistema de justicia puede llegar a ser bastante complejo. Incluso cuando los investigadores creen saber quién cometió un delito, aún deben ser capaces de vincular al sospechoso de forma irrebatible para que pueda ser condenado.

Y si bien es verdad que es una fantástica forma de evitar cometer errores con aquellos que son acusados injustamente, también resulta realmente irritante cuando ayuda a los delincuentes a eludir la responsabilidad de sus actos.

Y es que, en algunas ocasiones, las investigaciones policiales estancadas, las pruebas mal reunidas y la incompetencia de los vivos puede ser suficiente para que los muertos se revuelvan en sus tumbas. O tal vez se levanten para resolver sus propios homicidios.

A continuación te mostramos 10 víctimas de asesinato que resolvieron sus propios crímenes:

1- El espíritu de Teresita Basa poseyó a Remy Chua para destapar a su asesino

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El 21 de febrero de 1977, el Departamento de Bomberos de Chicago luchó contra un incendio que amenazaba con consumir un edificio de viviendas. Más tarde, una vez sofocado el fuego, descubrieron bajo un colchón el cuerpo carbonizado de una mujer de 47 años llamada Teresita Basa.

Al parecer, el incendio no fue suficiente para ocultar sus heridas de arma blanca ni tampoco el cuchillo de carnicero que sobresalía de su pecho, sin embargo, la policía seguía perdida en cuanto a la identidad de su asesino.

Según cuentan las historias, el fantasma de Teresita apareció en la casa de sus antiguos compañeros de trabajo, el Dr. José Chua y su esposa, Remy para utilizarlos como portavoces de su historia. Tras la intervención paranormal de Teresita, la pareja afirmaba que Allan Showery era su asesino, y que además, también había robado algunas joyas al salir.

Sorprendentemente, poco después la policía encontró las joyas robadas en la casa de la novia de Allan y el asesino fue llevado a prisión. Independientemente de si Remy canalizó o no la voluntad de un fantasma, un testimonio de otro mundo es lo que llevó al asesino de Teresita Basa ante la justicia.

2- "Zona" Heaster Shue se apareció a su madre en visiones

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Fue en el invierno de 1897, cuando Elva "Zona" Heaster Shue murió por lo que, según afirmaba su autopsia, era un "desmayo eterno". Su madre, Mary Jane Heaster, no estaba muy convencida y nunca creyó el informe forense.

El fantasma de Zona tuvo que regresar del más allá para contarle a su madre qué es lo que realmente sucedió. Cuatro días después del fallecimiento, el fantasma de Zona le hizo ver a su madre que su muerte no había sido un accidente, sino que su marido, Edward Stripping Trout Shue, le había partido el cuello con sus propias manos.

Después de incontables insistencias, Mary Jane consiguió que se repitiese la autopsia, gracias a la cual los profesionales médicos descubrieron que efectivamente tenía el cuello roto. Edward fue encontrado culpable del asesinato de Zona y sentenciado a cadena perpetua.

3- El fantasma de Fred Fisher indicó dónde estaba su cuerpo

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En 1826, el agricultor australiano Frederick Fisher desapareció sin motivo alguno. Su vecino George Worrall levantó las sospechas de todos cuando de repente se supo que su amigo Fred había unificado toda su granja con la de George antes de abandonar misteriosamente la ciudad. Cuatro meses después de la desaparición, el fantasma de Fred Fisher tuvo suficiente de los bulos y decidió tomar cartas en el asunto.

El fantasma de Fred se apareció ante un hombre llamado John Farley y le indicó el camino hasta un arroyo cercano antes de desaparecer. Obviamente, esto asustó a Farley, pero aún así se aseguró de que la zona fuera rastreada.

El cuerpo de Fred fue encontrado en una tumba poco profunda justo donde su fantasma había apuntado. George finalmente confesó el asesinato y fue ahorcado.

4- Catherine Ballesteros susurró el nombre de su asesino a su madre

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Catherine Ballesteros fue víctima de 33 puñaladas que acabaron con su vida. Aunque en la escena del crimen había huellas de sangre en el suelo y la policía tenía la esperanza de que parte de la misma perteneciera al asesino, sabían que tendrían que hacerse con una grabación si querían atraparlo.

Sin embargo, no hizo falta ningún vídeo o pruebas de ADN para atrapar al maleante. Todo lo que hizo falta fue la intervención de la propia Catherine. Su espíritu pululó por la morgue para vigilar a sus padres y reunir fuerzas para susurrarle "Baba" al oído de su madre, Emer.

Resulta que había alguien en el barrio de Catherine que se llamaba "Baba" y que no disfrutaba de muy buena fama. Tras realizar las pruebas convenientes se comprobó que las huellas y la sangre de Ryan "Baba" Viscarra coincidían con las encontradas en la escena del crimen. Con el tiempo fue juzgado y sentenciado a cadena perpetua.

5- Amarjit Chohan dejó la clave para resolver el asesinato de su familia en su calcetín

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Amarjit Chohan fue asesinado junto con su esposa, hijos y suegra en 2003. En un intento por ocultar cualquier evidencia, sus asesinos arrojaron su cuerpo al océano. Sin embargo, no contaban con que la clave del asesinato todavía se encontraba en el cuerpo.

Cuando el cadáver de Chohan fue hallado, su cuerpo contenía algo así como un mensaje en una botella. Antes de morir había conseguido dejar la información necesaria para llevar a la policía directamente a la casa de sus asesinos. ¿Cómo?

Al parecer, mientras estuvo secuestrado en una de las casas de sus asesinos, Chohan encontró un correo que contenía la dirección de uno de los malhechores y la guardó en su calcetín. Aunque desgraciadamente no pudo salvar la vida, al menos Chohan se aseguró de que se hiciera justicia.

6- El niño que se enfrentó a su asesino desde el más allá

Supuestamente, un niño de tres años de los Altos del Golan afirmó recordar haber sido asesinado en una vida pasada a causa de un hachazo en la cabeza. Además, también fue capaz de hallar el lugar donde había sido enterrado, el arma de su asesinato e incluso el mismo asesino.

Al parecer, el chico decidió enfrentar al hombre que acabó con su "antiguo yo". A pesar de que el asesino se puso blanco al oír el testimonio del pequeño, no confesó el crimen hasta que los huesos y el arma fueron recuperados.

Por si no fuese suficientemente espeluznante, la herida en el craneo del fallecido provocada por el hacha corresponde con la ubicación de una marca de nacimiento roja y larga en la cabeza del niño.

7- El caso de Nadine Haag

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A primera vista, parecía que Nadine Haag, de 33 años, se había suicidado en Sydney, Australia, en diciembre de 2009. Su cuerpo descansaba sin vida en la ducha de su casa con una de las muñecas cortadas. Incluso había una carta de despedida con su letra.

Aún así, su familia se negaba a creerlo. Tenían la sospecha de que su ex novio, Nastore Guizzon, había organizado su asesinato para que pareciese un suicidio. El corte en su muñeca, que llegaba casi hasta el hueso, era excesivamente profundo para un suicidio.

También faltaban un montón de pastillas de un bote de medicamentos, que aparentaba como si se hubiera tragado un puñado de ellas, pero no presentaba valores anormales de sustancia extraña alguna en su cuerpo. Lo que la policía inicialmente no detectó fue el trozo de papel que se escondía detrás de su nota de suicidio en la que se leía "Lo hizo él".

Esas escalofriantes palabras también fueron encontradas grabadas en un azulejo del baño tres años después por los nuevos inquilinos.

8- Ashley Howley sacó a una médium de la cama para que encontrarse  su cuerpo

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Ashley Howley tenía solo 20 años cuando fue asesinada por su ex-novio, quien cubrió su cuerpo con cemento y la enterró cerca de la casa de su padre.

La policía sospechaba desde hacía tiempo que Robert P. MacMichael II estaba involucrado de algún modo en su desaparición, pero no podían hacer nada al respecto. Los perros ya habían rastreado en la zona donde estaba enterrado su cuerpo pero no captaron su olor, así que MacMichael se libró de ser detenido durante cuatro años.

Howley no estaba dispuesta a quedarse observando cómo su asesino se salía con la suya, así que hizo una visita a la médium Kristy Robinett mientras esta dormía. Durante su aparición, Howley proporcionó los detalles de su asesinato y la ubicación de su cuerpo.

Poco tiempo después, MacMichael se vio obligado a confesar el asesinato de Howley. Sorprendentemente, además del cuerpo de Howley, también se hallaron los cuerpos de su propia madre y el de su novio.

9- El bloguero que resolvió su asesinato con su último post

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Un blogger llamado Simon Ng registró los eventos que llevaron a su asesinato y al de su hermana en su último post, por pura casualidad. Todo empezó cuando el ex-novio de su hermana, Jin Lin, fue a su apartamento diciendo que quería que le devolvieran sus cañas de pescar.

Simon escribía sobre su extraño día y el hecho de que el ex de su hermana estuviese en casa. Minutos después de esa publicación, Lin golpeó y apuñaló repetidamente a Simon en el pecho. Luego ató el cuerpo del fallecido y saqueó el apartamento. Cuando Sharon volvió a casa y encontró la terrorífica escena, Lin la apuñaló y golpeó tal y como hizo con su hermano.

El día de los asesinatos, Simon había publicado en su blog lo siguiente:

De todos modos, hoy ha sido un día extraño, a las 3 alguien tocó el timbre. Bajé y reconocí que era el antiguo novio de mi hermana. Me dijo que quería recuperar sus cañas de pescar. Le dije que esperase afuera hasta que se las llevase. Mientras las buscaba entró en la casa. ¡Todavía está aquí, fumando y caminando por toda la casa! Espero que se vaya pronto.

Lin fue juzgado en 2008 y condenado a cadena perpetua sin libertad condicional.

10- Maria Marten envió visiones de lo que se conoció como 'El asesinato del granero rojo'

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En 1828, William Corder pensó que había encontrado la manera perfecta de asesinar a su novia, Maria Marten, y salirse de rositas. Para ello decidió falsificar una carta enviada a su familia alegando que se había fugado con él y que todo estaba bien.

Al principio, todos parecían suficientemente satisfechos con la excusa de la carta. Luego, su madrastra, Ann, comenzó a tener terribles sueños en los que veía a María siendo asesinada en un granero rojo.

Después de que Ann insistiera una y otra vez, su esposo finalmente fue a inspeccionar el granero. Allí estaba María, enterrada en un contenedor y envuelta en un saco con el pañuelo verde de William aún alrededor del cuello.

William no solo fue ahorcado públicamente por su crimen, sino que su cuerpo fue disecado y estudiado. Tiempo después, su piel fue curtida por un cirujano y utilizada para encuadernar el libro que contenía una teoría del asesinato.

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Fuente: Listverse
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