Las relaciones que existen entre los padres y sus hijos son muy especiales, no son como las demás relaciones. Se hacen cargo de nosotros desde el momento que nacemos cuando no podemos valernos por nosotros mismos y nos proporcionan ayuda cuando nada parece ir bien. El amor entre padres e hijos es un amor incondicional que no conoce límites.
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La coach de 'Relaciones y estrategias de vida', Lisa Schmidt, perdió a sus padres y decidió escribir un poderoso homenaje en el que expresa cómo se siente realmente. Ella habla de cómo le ha afectado la pérdida, tanto a largo plazo, como en su día a día. En su discurso, Lisa incluso comparte pensamientos positivos o enseñanzas que ha obtenido a raíz de la muerte de sus padres. Su vulnerable historia y la sabiduría que la envuelve son realmente inspiradoras.
Atención a las "10 cosas que me cambiaron después de la muerte de mis padres", de Lisa Schmidt:
"No creo que haya nada que te pueda preparar para perder a tus padres. Creo que es un golpe bastante duro cuando estas en la edad adulta, porque justo es el punto en el que te consideras amigo de tu madre o padre. Es el momento en el que su sabiduría ha calado en tí, y entiendes que todas aquellas correcciones y consejos que te lanzaban durante la adolescencia, eran por un buen motivo... eran por amor, y seguro que te ayudaron más de una vez.
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Hace dos años perdí a mis dos padres; la pérdida de mi madre fue mucho más inesperada y la de mi padre también ocurrió de forma repentina tras haberle diagnosticado cáncer. Mi madre fue la única persona que podía ver a través de mi alma y que podía llamarme la atención de la manera más efectiva. Ella me enseñó lo que la humanidad, empatía y generosidad significan. Mi padre era el realista y sarcástico de la casa y una de las personas más clementes y dispuestas a perdonar que he conocido. Si querías una opinión sincera, directa y sin filtros...simplemente había que ir y preguntarle a mi padre.
El dolor va a su ritmo y viene por etapas, pero yo no estaba preparada para pasar página. Estas son algunas de las cosas que han cambiado en mí después de quedarme huérfana.
1. Mi teléfono nunca está a más de un paso de distancia de mí a la hora de acostarme porque la última vez que lo hice me perdí la llamada de mi madre antes de que muriera.
2. El simple hecho de pensar en la muerte de mi madre, me hizo físicamente enfermar de verdad durante unos seis meses después de su muerte. Literalmente, vomitaba todos los días.
3. Sus muertes afectaron de alguna forma a la unidad de la familia, pero asumirlas me ha hecho más fuerte como persona. Así que, en ese sentido, estoy muy agradecida.
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4. Me da pena que mi hijo no haya podido conocer a sus abuelos. Se habrían adorado.
5. No cambiaría mi tiempo con ellos ni por cualquier cosa, pero a veces creo que habría sido más fácil asumir la pérdida si se hubieran ido cuando yo era más joven. Habría menos recuerdos.
6. No te quejes de tus padres estando yo presente. Los padres no hacen otra cosa que regalar gratitud y aprecio. Por eso, como miembro de “Dead Parents Club”, me gusta que se respete siempre la figura de los padres y por eso no paro de recordar lo fugaz que es la vida y lo importante que es aprovechar tiempo con ellos.
7. Es como ser una viuda... se trata de un "club" al que nunca te habría gustado unirte. ¿Cómo puedo salir de este club, por favor?
8. Los otros miembros del club son las únicas personas que realmente pueden entender verdaderamente lo que siente alguien que ha perdido a sus padres. Solo ellos lo entienden. No hay otra manera de explicarlo.
9. La vida continúa, pero habrá ocasiones, incluso con el transcurso de los años, en los que sienta como si todo hubiera ocurrido ayer.
10. Cuando ves a tus amigos o incluso a extraños con sus padres, a veces se me despiertan ciertos celos. Envidio sus almuerzos en familia. Hay grandes acontecimientos en la vida que nunca vuelven a ser igual sin ellos.
Ahora, después de ocho y diez años más tarde, todavía hay momentos en los que corro a llamarles por teléfono cuando sucede algo interesante. Entonces me doy cuenta de que no puedo llamarlos.
Sus muertes me han cambiado para siempre y también mi forma de mirar el mundo. En cierta forma también me han convertido en una mejor madre. Siempre soy muy consciente de lo que los recuerdos pueden significar para mi hijo y cómo impactarán en su vida mientras esté en esta tierra. Se merece saber lo mucho que es amado y cuando me haya ido, lo que le haya inculcado será mi legado".
Flickr/Rafolas
Lisa Schmidt es ahora coaching de citas y relaciones personales en Detroit, y también es la autora de su propio blog. No para de lanzar mensajes a través de Periscope y colabora escribiendo para varias publicaciones online.
