Si tienes niños en casa y son de los que cuando una rabieta toma el control, no hay nada que los pare, esta fantástica idea es para ti. Este es el el tarro de la calma. Un invento fantástico para conseguir que tus hijos se calmen al tener una rabieta.
La invención de Maria Montessori, una científica, médica, psiquiatra, filósofa, educadora y psicóloga, feminista y humanista, famosa por su trabajo como pedagoga y sus revolucionarios métodos de enseñanza, ha revolucionado el mundo de la educación.
Su éxito reside en sus técnicas bondadosas para permitir a los niños realizar tareas y responsabilizarles de sus acciones, reforzando su autoestima y consiguiendo un desarrollo de una personalidad armoniosa y equilibrada.
El frasco de la calma
El nombre no es un misterio y el objetivo de este frasco es calmar el estado de ánimo de nuestros hijos durante una rabieta, situaciones de estrés, ataques de llantos o cualquier otra situación en la que el pequeño se altere emocionalmente.
El frasco es solo un recipiente lleno de agua, pegamento y brillantina, o cualquier otro elemento que flote en su interior, que se agita frente a los ojos del niño en mitad de su rabieta para conseguir desviar su atención.
A este tarro debemos acompañar unas indicaciones en tono cordial y sosegado sobre la respiración del niño para que se concentre y consiga el objetivo de calmarse.
No es un castigo es una técnica.
Es una simple, pero efectiva, técnica de control de estrés pensada para niños. Lo que no es y no debe convertirse, es en un castigo.
Usado de la forma correcta, te sorprenderás a tu hijo cogiendo por su propia voluntad el frasco para pensar en lo que ha hecho.
Para crear tu propio tarro solo vas a necesitar:
- 1 frasco de plástico transparente
- Agua caliente
- 1 cucharada de pegamento
- Purpurina
- Colorante alimentario
- Champú transparente
- Cola caliente
Solo tienes que mezclar todos los ingredientes en el interior del tarro dejando un poco de aire para que se pueda mover cuando lo agites.
Las posibilidades son infinitas, y también es un buen ejercicio de crear vínculos en familia.