Fregar una sartén hasta que vuelva a brillar, una vez que se ha quemado, no es siempre tarea fácil.
Si no consigues que vuelvan a lucir como cuando las compraste y estás harto de tener que estar fregándolas sin conseguir resultados, te van a encantar estos útiles consejos para conseguir que tu batería de cocina luzca como el primer día.
Si te olvidas de engrasar la sartén o de que tienes los huevos cociendo, probablemente el resultado final sea una sartén o una cacerola quemada.
Y esto es algo que no te gustará que vean tus invitados si preparas una cena, además de que te resultará más difícil cocinar en ella. Pero ahora puedes deshacerte de estas manchas, ¡usando solo vinagre y bicarbonato!
Limpiar el interior de la sartén
Para quitar lo quemado de la sartén, coge una taza llena de vinagre, dos cucharadas de bicarbonato, una taza de agua y un estropajo.
Echa una taza de agua en la sartén (o lo suficiente para cubrir el fondo) y añade el vinagre. Pon esta mezcla a calentar hasta que empiece a hervir. Y una vez esté hirviendo, aparta la sartén y añade el bicarbonato.
Déjalo que burbujee durante un minuto, vacía el agua en el fregadero y frota un poco con el estropajo. Puedes añadirle un poco más de bicarbonato si lo necesitas. ¡Verás como lo quemado desaparece!
Limpiar el exterior de la sartén
Para empezar a limpiar el exterior, busca una bandeja de horno y llena el fondo de vinagre. Añádele una taza de bicarbonato. Pon la sartén sucia encima de la mezcla y déjala ahí unas 24 horas. Al día siguiente, quita la sartén y friégala con un poquito de vinagre y bicarbonato y, ¡el exterior de tu sartén también lucirá como nuevo!
Siguiendo estos sencillos consejos podrás tener tu batería de cocina reluciente sin hacer mucho esfuerzo y evitarás tener que gastar dinero continuamente en renovarla. Si te ha parecido útil,
¡Comparte este fantástico truco con todos tus amigos! Fuente: ApartmentTherapy