Seguro que algún día has llegado a las tantas de trabajar y has atacado tu nevera como si no hubiese mañana porque te mueres de hambre. Cenar tarde un día puntual no va a provocarte ningún daño irreparable, pero si lo haces habitualmente...

¡Ten cuidado! Aunque esto ocasiona muchas dudas en la gente que se pregunta ¿cuál es la mejor hora para cenar? ¿es mejor hacerlo temprano o tarde?

Cenar temprano es uno de los grandes favores que puedes hacerle a tu organismo ya que tu metabolismo tiene tiempo suficiente para digerirlo todo.

Un par de horas antes de irse a dormir es lo ideal para que te levantes como nuevo al día siguiente.

Debes coger el hábito de cenar temprano para mantenerte en tu peso ideal y evitar que tu vientre se hinche, tengas pesadillas o incluso te levantes de mal humor.

Por la tarde, cuando la barriga empiece a hacer ruiditos, opta por una pieza de fruta o verdura cruda mientras haces tiempo.

Sobre las ocho y media, ya puedes prepararte una deliciosa cena y empezar a comer. Es la hora perfecta para tomar algo de pescado, verduras o pollo y no abusar de la cantidad, es preferible que te quedes con un poco de hambre a que te llenes.

Pero aquí viene la consecuencia más importante de cenar temprano: Esta práctica es capaz de reducir el riesgo de cáncer de mama y de próstata. Definitivamente, somos lo que comemos pero también, la hora a la que comemos.

Debes cuidar tu alimentación y prestar especial atención a la última comida del día porque puede salvarte la vida.

Una cena equilibrada a la hora recomendada es un acierto que no te cuesta nada hacer y con la que puedes conseguir que tu cuerpo esté ideal por dentro y por fuera.

¿Conocías los beneficios de cenar temprano? ¿Eres de los que ataca a la nevera por las noches en busca de algo para comer? ¡Comparte con tus amigos los beneficios de cenar antes de lo habitual! Imagen de portada: Warner Bros